El lanzamiento de billetes de mayor denominación (200, 500 y 1.000 pesos) fue una de las pocas promesas de campaña cumplida por el gobierno de Mauricio Macri.   

"Hay que llevar montones de billetes para pagar cuentas que antes pagabas con 100, y eso hay que resolverlo”, repetía en 2015 el hoy presidente de la Nación. El equipo económico de Cambiemos planteaba por aquel entonces que el billete de 100 pesos, el de mayor denominación, había perdido un enorme poder adquisitivo por el "constante avance inflacionario".

En junio de 2016, el Banco Central sacó a la calle el billete de 500 pesos. "La incorporación de la denominación de 500 pesos permite que el billete de mayor valor de la economía argentina (todavía no había salido el de 1.000) aumente tanto su poder adquisitivo como su valor relativo medido en divisas. Además, este billete facilitará un abastecimiento adecuado de los cajeros automáticos, la reducción de los costos y tiempos de distribución en el traslado de efectivo. También agilizará múltiples operaciones cotidianas, mejorando la calidad de vida de los argentinos", explicó en aquel momento la entidad que presidía Federico Sturzenegger.

El billete empezó a circular y a usarse a lo largo y ancho del país. Sin embargo, producto de una inflación que escaló a niveles históricos (el presupuesto de 2016 proyectaba para 2019 una inflación anual del 5%), perdió más de la mitad de su poder de compra. Tres años después, con un billete de 500 pesos se puede comprar no mucho más de lo que a mediados de 2016 se podía comprar con un billete de 100. 

Rosarioplus.com comparó dos parámetros básicos de la economía (dólar y combustibles) y una lista de supermercado con ocho productos de consumo masivo para dimensionar la devaluación de este billete. El relevamiento se hizo con la planilla del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac) de junio de 2016 y con el actual listado online de ese mismo supermercado.

Los resultados

En junio de 2016, un rosarino podía comprar 33 dólares con un billete de 500 pesos. Hoy alcanza para 10,7 dólares. En una estación de servicio se podían cargar 29 litros de nafta super, casi tres veces más que ahora (10,8 litros).

Las diferencias más chocantes aparecen en los productos de primera necesidad. La canasta básica para una familia rosarina tipo de clase media era hace tres años de  19.134 (38.2 billetes). La última medición (abril 2019) arrojó un monto de 46 mil pesos (92 billetes).

Con 500 pesos se podían comprar 30,3 litros de leche cuando este billete entró en circulación. Hoy, alcanza para llevarse 10.2 litros. La brecha es aún más grande con el aceite (girasol): de comprar 20,4 botellas de un litro y medio, se paso a una compra mínima de 4,9 botellas. 

Las diferencias son similares respecto al pan y la yerba: 20,6 kilos vs 6,4 en el primer caso; y 18,6 paquetes de medio kilo contra 4,7, en el segundo. 

En el rubro carne, el poder de compra cayó exactamente a la mitad. En junio de 2016 se compraban 5,2 kilos de tapa de asado con un billete de 500 pesos y eso alcanza para 2,6 kilos. En el pollo, la diferencia es mucho mayor: 16,6 kilos contra 5,2 kilos. 

Las frutas y la verduras tampoco se quedan atrás. Hace tres años se compraban 33,3 kilos de papas, mientras que hoy solo 14. De una verdulería se podía llevar 25 kilos de bananas, tres veces más que ahora: 8,5 kilos.   

Las pocas cantidades que se pueden comprar hoy con un billete de 500 pesos son similares a las que se podían comprar en junio de 2016 con 100 pesos. A saber: 7,15 dólares; 6 litros de nafta súper; 1,1 kilos de tapa de asado; 6,3 litros de leche; 3,5 kilos de pollo; 4,2 kilos de pan; 4 botellas de aceite; 3,8 paquetes de yerba; 7,5 kilos de papas; y 5,5 kilos de bananas.