Los trabajadores de la ensambladora de motos Guerrero están en alerta. Ocurre que la producción se achicó considerablemente en lo que va del año, a punto tal que las jornadas laborales se redujeron y ahora el salario se negocia “mes a mes”, según contaron. El gremio Smata confía en que la venta repuntará durante la temporada estival.

La empresa con sede en San Lorenzo pasó de ensamblar unas 2700 motos al mes en 2017 a nada más que 1200. Esto repercute directamente en la planta de empleados, que actualmente trabajan apenas cinco de las nueve horas de la jornada laboral.

“Vamos acordando con la empresa mes a mes. Como no hay un panorama claro no se puede establecer un acuerdo mínimo de tres meses por lo menos”, se quejó el sub secretario gremial de Smata, Román Moyano. El último acuerdo sellado es por el mes de noviembre, por eso el gremio espera con expectativas la próxima audiencia en el Ministerio de Trabajo pactada para el día 28.

Ese día el gremio intentará avanzar con una solución de fondo, confiado en que las ventas y por ende la producción puedan tener un repunte en la temporada de verano. “Desde la empresa son optimistas en que la caída se frenará y habrá una leve recuperación por la temporada estival que se viene, donde la gente elige la compra de motos. Pero todo es estadística, nada es seguro. Esperamos que esto repunte”, anheló Moyano.

Por ahora los trabajadores resisten gracias al acuerdo que asegura que no habrá despidos. De cualquier manera, Guerrero abrió un programa de retiros voluntarios y unos 35 empleados optaron por esa salida. Actualmente son más de 200 las personas que trabajan en la planta.