El presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez "anticipó" el destino que tendrá la segunda Superfinal de la Copa Libertadores a través de una carta pública en la que indicó que en el espíritu del organismo está establecido que "al fútbol no se gana con piedras ni agresiones, sino con los jugadores adentro de la cancha".

La extensa carta fue publicada a horas de la reunión que sostendrán este martes por la mañana en Luque, sede paraguaya de la Conmebol, los presidentes de River Plate, Rodolfo D'onofrio, y de Boca Juniors, Daniel Angelici y el titular de AFA, Claudio Tapia, con el mencionado Domínguez.

Domínguez responsabiliza al operativo de seguridad: “En nombre de la Conmebol también es mi deber pedir cuentas a los responsables de garantizar la seguridad del evento y el orden público. Claramente fallaron los protocolos y las autoridades no estuvieron a la altura de las circunstancias”.

“En la Conmebol que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha. Y más en Sudamérica con la calidad de nuestros futbolistas”, afirmó y dio por anticipado la resolución que tomará Conmebol respecto al pedido de Boca de que se le otorgue el título, basándose en el artículo 18 del reglamento.

La postura de los clubes

El paraguayo escuchará el descargo de River, que girará en torno a que a diferencia de lo ocurrido en los octavos de final de la edición 2015 cuando se sancionó a Boca por un episodio de agresión a los jugadores riverplatenses con gas pimienta, ese hecho se produjo dentro del estadio "xeneize" y lo sucedido el sábado ocurrió fuera del anillo jurisdiccional riverplatense, por lo que la responsabilidad, aducen, fue de los organismos de seguridad.

Por contrapartida Boca pedirá directamente que le den por ganado el partido y que se lo consagre campeón de la Copa Libertadores por séptima vez, asociando justamente lo sucedido el sábado a lo ocurrido tres años atrás en la Bombonera.