A pocos días de asumir el gobierno de la Alianza Cambiemos, el nuevo equipo económico tuvo que desandar sus palabras anteriores y reconocer que las reservas que declaraba el gobierno saliente eran ciertas y reales. Los yuanes que tanto escandalizaban fueron cambiados por dólares sin problemas. Las letras intransferibles de deuda intraestatal que surgieron del proceso de desendeudamiento externo, que desde la oposición llamaban “papeles”, de pronto y DNU mediante, se transformaron en títulos públicos de deuda válidos que operan como garantía en la toma de endeudamiento externo. Es decir que, finalmente, resultó que la casa (de la moneda) estaba en orden.

Tras el primer tropiezo en el intento de toma de deuda externa, el gobierno nacional no bajó sus brazos y logró ejecutar una operación de endeudamiento de corto plazo con bancos extranjeros por 5.000 mil millones de dólares, con tasa de interés del 6,7 por ciento. El detalle sobresaliente es que se hace todo con pérdida de soberanía jurídica a manos de los (buitres friendly) tribunales de Nueva York.

El apuro del régimen macrista por tomar deuda antes de que sea inevitable la reapertura del Congreso de la Nación, tiene como uno de los factores explicativos la evolución de las reservas desde el comienzo de su gestión.

Al 10 de diciembre de 2015, las reservas cerraron en 24.862 millones de dólares. En los últimos meses de la gestión anterior, el sector agroexportador venía especulando con las ventajosas condiciones que le prometía en entonces candidato Mauricio Macri, por lo que contrajo la liquidación de divisas por exportaciones, para que las herede el nuevo gobierno.

Luego de la devaluación y la baja de las retenciones (DNU mediante), ese sector aceleró la liquidación retenida, y eso impulsó las reservas hasta 25.563 millones de dólares a fin del 2015. La fuerte liquidación continuó en las primeras tres semanas del año, pero las reservas no respondieron y cayeron para cerrar en 25.389 millones de dólares, para el 25 de enero de 2016. En los primeros 45 días de gestión, las reservas crecieron en 527 millones. Un crecimiento pírrico si se tiene en cuenta que, solamente en las primeras tres semanas del año, las exportadoras liquidaron 2.067 millones de dólares (herencia del gobierno anterior).

Pero el desempeño es aún peor si se lo compara con el mismo período, pero un año antes y bajo la gestión anterior. Entre el 10 de diciembre de 2014 y el 26 de enero de 2015, las reservas crecieron en 2.075 millones de dólares (1.548 millones más que ahora). Además, lo hicieron en un contexto de menor ritmo de liquidación de divisas, ya que en las primeras tres semanas de 2015 se liquidaron 849 millones de dólares (1.218 millones menos que ahora).

Un modelo armado a la medida de la especulación financiera, sólo puede vivir de la dilapidación de la herencia que le deja un modelo que estuvo centrado en la producción, y de lo que pueda conseguir prestado. En el plano interno, el nuevo modelo no cierra sin represión. En el plano externo, el nuevo modelo no cierra sin endeudamiento.