Los vecinos del barrio Luis Agote dijeron basta y este miércoles por la tardecita marcharon a las puertas de la Comisaría 7ª, la sede policial del barrio que, lejos de darles soluciones, forma parte del problema. Es que según los repetidos reclamos, los habitantes del populoso barrio no sólo sufren de arrebatos y asaltos de delincuentes, sino también de episodios de violencia institucional por parte de los agentes de la dependencia de Cafferatta al 300.

“No podemos tener una comisaría que ejerce el delito y la violencia, que es cómplice de mafias y delitos”, señaló uno de los vecinos presentes en la manifestación. La Séptima acarrea una pesada fama en materia de violencia institucional. Se trata de la Comisaría que, hace años atrás, denunció la dirigente de Ammar Sandra Cabrera, asesinada de un disparo en la cabeza en 2004. Allí también estuvo Franco Casco, un joven que tras ser demorado en esa dependencia, apareció muerto en las aguas del río Paraná. 

La última novedad en torno a la comisaría de Cafferatta al 300 fue la de la joven Elina Rivero, quien denunció haber sido golpeada en el interior de la dependencia policial por agentes, causándole heridas que la llevaron a estar internada en coma durante una semana. Este último episodio llevó incluso a la concejala Norma López a pedir el cierre de la sede policial.
 
Los vecinos del Agote ya no ven a la Séptima como un espacio seguro. Incluso, muchos ya no concurren a realizar las denuncias por los hechos de inseguridad que les tocan padecer. “Las veces que han hecho denuncias han sido maltratados o se han encontrado la comisaría cerrada”, afirmó otro vecino que se manifestó en la fría tarde noche del miércoles. Otro habitante del barrio aportó que sufren “violencia verbal y amenazas de los policías”.

Inseguros

Para los vecinos del barrio Agote, la solución depende de una “decisión política” más que de un cambio de nombres en la sede policial. “Vienen con un plan de seguridad que nosotros mismos les presentamos, pero cada tres meses se llevan a los efectivos y volvemos a sufrir todos los casos que se les ocurran: entraderas, arrebatos, escruches, de todo”, se lamentó otro vecino.

A través de una página en la red social Facebook, la vecinal del barrio Agote recepciona las denuncias de los vecinos que sufren hechos de inseguridad y así elaboran una estadística propia. “Vemos que los delitos aumentan”, afirmaron.

“Hay que cortar la situación de cuajo”

La edila López estuvo presente en la manifestación de vecinos y en diálogo con Rosarioplus.com aseguró que “a la situación edilicia de la Séptima hay que cortarla de cuajo”. La concejala enumeró las serias irregularidades de la dependencia policial: “Tiene un desaparecido (por Franco Casco), un prostíbulo enfrente, una denuncia de la Cátedra de Criminología ante la CIDH por la situación de mujeres menores detenidas allí”, describió. Y volvió a insistir con su iniciativa de cerrar la sede de calle Cafferatta.

Asimismo, señaló que “el gobierno provincial tiene que intervenir, investigar todas las denuncias que realizan los vecinos contra la comisaría, tomar las medidas sancionatorias pero además formar de otro modo a la policía, no se puede seguir amparando a agentes que en vez de cuidar al vecino forman parte de un sistema represivo y delictual”.