En enero, tras cumplirse el primer año del gobierno de Cambiemos, Federación Agraria Argentina (FAA) ratificó la necesidad de políticas segmentadas, la "llave" para equilibrar la rentabilidad ante la nueva prosperidad de un sector en auge tras la quita de retenciones. Pasaron seis meses de aquel reclamo y el panorama se puso "aún más oscuro" por un "Estado ausente" y por una tierra cada vez más concentrada, según el diagnóstico que hacen al interior de la entidad gremial. 

Días atrás, el Consejo Directivo Central se reunió en Rosario para abordar el cuadro de situación que atraviesan hoy los miles de pequeños y medianos productores desparramados a lo largo y lo ancho del país. Las conclusiones fueron muy críticas hacia la política agropecuaria del gobierno que encabeza Mauricio Macri. 

Las quejas fueron coyunturales, por ejemplo la "dilación" de la llegada del Fondo de Emergencia para productores afectados por las inundaciones, pero sobre todo estructurales. A diferencia de lo que se prometió en campaña, no hay políticas públicas para los "más débiles" y el mercado regula toda la actividad, provocando el "desplazamiento" de los chacareros ajenos al modelo agroexpotador. 

"Vemos con preocupación que las demandas de los productores se encuentren con un Estado ausente, situación en la que si sólo el mercado regula la economía, lo que deja afuera a miles de productores haciendo que la crisis se transforme en estructural”, planteó el Consejo Directivo a través de un comunicado. 

Ante esta situación, la intención de FAA es poner fecha a una asamblea nacional de productores, un encuentro solicitado por las bases para, al menos, visibilizar un reclamo que hoy está oculto en la agenda mediática.  

Rosarioplus.com dialogó con Agustín Pizzichini, vicepresidente segundo de la entidad, para conocer en detalle esta lista de reclamos. La prioridad, explica, pasa por impulsar de forma urgente un Plan Estímulo para pequeños y medianos productores. "En este año y medio no se avanzó en ninguna política diferencial.  No estamos ni en la agenda ni en las oraciones de este gobierno, eso es lo que más nos preocupa", reflexiona. 

Pizzichini admite que había "expectativas" de respuestas para este 2017, pero en seis meses no obtuvieron "ni una sola señal" para ser optimistas. "Nos escuchan, hay diálogo y prometen soluciones. Pero no tenemos respuestas. Eso hace que muchos productores se sientan defraudados", reconoce sin rodeos.  

Y agrega: "Hoy lo único que se habla es de la soja, el maíz, el trigo y la ganadería. Las economías regionales están al margen. Necesitamos políticas que hagan que un productor chico pueda tener las misma oportunidades que un grande. No digo que de un día para el otro lo vamos a lograr. Pero empezar por alguna economía regional. No vemos que esto esté en el espíritu del gobierno". 

Los ejemplos, dice, abundan. Pone dos: el cerdo y las bananas, economías muy golpeadas por las importaciones. "Defendemos el libre mercado, pero pedimos que se regulen los productos que entran de afuera. De lo contrario, los productores de banana de Salta y Formosa no van a tener ninguna oportunidad de progreso".   

La ecuación es casi siempre la misma en la mayoría de las producciones: costos muy elevados -el aumento del combustible, el último gran dolor de cabeza- y rentas desinfladas. "Si el Estado no esta presente para corregir esto, sonamos", señala el vicepresidente de FAA.    

En este contexto, son cada vez más los productores desplazados de la actividad, absorbidos por los grandes actores del sector.  Pizzichini reconoce que "se agudizó la concentración respecto al modelo del kircherismo". "Teníamos esperanza en este gobierno, muchos productores se sienten culpables porque confiaron y dieron el voto. Yo no sé si esto no es peor que el kirchnerismo. Hay muchos productores que están peor que antes", asevera. 

Los "dos mundos", concluye el dirigente, se ven con claridad en eventos como Expoagro o Agroactiva, con algunos productores que les va "muy pero muy bien" y con otros que hacen "malabares" para poder cargar todos los días  gasoil a la camioneta.