El tribunal conformado por los jueces Carlos Paretto, Ignacio Vacca y Juan José Tuttau condenó este martes a una pena de 25 años de prisión efectiva a Oscar Pardini, un reconocido vecino de Casilda por su aparente figura ejemplar en la comunidad católica de esa ciudad, que en el fuero íntimo de su hogar abusó de sus cuatro hijos, embarazó a una de ellas, y los sometió a constantes y diversos maltratos con palizas incluidas que alcanzaron también a su esposa.

El hombre, hoy de 59 años, era puertas afuera de su hogar un supuesto padre ejemplar, entusiasta colaborador de las actividades de la iglesia, que hasta personificaba a Jesucristo en algunos Vía Crucis y en el pesebre viviente de Navidad junto a su familia. Pero a partir de que sus hijos se animaron a denunciarlo, comenzó la investigación de los fiscales de la causa son Marianela Luna y Emiliano Ehret, y se conoció la terrible verdad sobre su paternidad biológica sobre el bebé que tuvo su propia hija, a quien luego del parto continuó violando. 

Durante el juicio que se desarrolló en la Oficina de Justicia Penal de Casilda, Pardini nunca pareció salirse del libreto y siempre declamó inocencia a pesar de los elocuentes testimonios de sus hijos. Lo sostuvo hasta la lectura de sentencia, cuando esposado e insultado, camino en silencio hasta el vehículo policial que lo devolvió a la Alcaidía casildense.

Para entonces, habían declarado en las audiencias desde el 21 de agosto más de 35 testigos destinados a comprobar las acusaciones por hechos de abuso sexual en reiteradas oportunidades que por su duración y sometimiento implicaron peligro de depravación en las víctimas.

El fiscal Ehret precisó que durante el juicio "se comprobó que Pardini era responsable de los abusos que se le acusó, aunque faltó el testimonio de la última hija y eso fue tomado por el Tribunal para determinar la pena".

La fiscalía y la querella habían pedido 33 años de prisión, y el abogado de la querella Roberto Casadei precisó que "el fallo se acercó mucho a las pretensiones, así que vamos a esperar los fundamentos para analizar si vamos a apelar más que nada a la magnitud de la pena. Pero estoy conforme, ojalá traiga tranquilidad para los chicos".