Complejo el panorama que, desde temprano, se vive en la Terminal de Ómnibus de la ciudad. A las seis y media de la mañana, algunos choferes cortaron con quema de gomas calle Cafferatta y la entrada de los colectivos por Constitución, y más tarde también interrumpieron el tránsito en calle Santa Fe. Esto hacía casi imposible el ingreso y egreso de micros de larga distancia. Incluso al mediodía, cuando aflojó un poco el piquete, los colectivos sólo podían llegar o irse desde puntos cercanos a la Terminal y no con la organización habitual de las dársenas.

Los colectivos levantaban y descendían pasajeros por Alsina y Santa Fe, por Rioja y Constitución, ó San Lorenzo y Constitución, entre otras opciones, según consignó Marisa, empleada de La Veloz del Norte.

Pablo trabaja en el telecentro de la Terminal, y recordó que esta mañana debieron cerrar las ventanas que siempre abren en verano por la cantidad de humo que ingresaba por las gomas encendidas en Cafferatta y Santa Fe. “Me da pena sobre todo por la gente mayor que viaja a Rosario a veces desde lejos para ir al médico, muchas veces vienen al telecentro cuando ven que no hay taxis, porque no se manejan de otra forma para llegar a su turno, y tienen que llamar y perder el turno por no tener cómo ir”, agregó Pablo.

Una monja vestida de blanco esperaba preocupada con una valija grande y dos bolsos en el pasillo: “Yo vine desde Mar del Plata y ahora me voy a Victoria, el tema es que no sé desde dónde saldrá mi colectivo, y si no vuelven a abrir la entrada a la terminal, no puedo llevar todos los bolsos varias cuadras yo sola. Por suerte cuando llegué a Rosario los choferes me trajeron todo muy amablemente”.

Gerardo, que espera que su hija vuelva de un viaje, se apoyó contra uno de los ingresos de calle Santa Fe, y observó a un grupo de jóvenes (unos diez) que controlaba esa calle con dos motos. “Esos no son taxistas, son barrabravas. Les dije que este no es lugar para reclamar, porque la gente no tiene nada que ver, y me agredieron diciendo que no me meta, que ‘no es tu camino’.

Susana se iba al mediodía para Totoras con su bebé y su nena, y esperaba sentada en un banco frente a la boletería, junto a muchos viajeros desconcertados, que les indicaran en qué esquina debían ascender a su micro de larga distancia.

Una señora, oriunda de Barranca, vino a un turno de su médico a las 8, y “como el colectivo me dejó cerca del centro, caminé 15 cuadras, que por suerte me ubicaba”. Ahora espera volver a través de una empresa que vio afortunadamente que vio dónde era el ascenso, en calle De las Casas, una de las que termina frente a la Terminal. “La solución es sacar la plata de los taxis y que cobren con tarjeta, pero no lo van a hacer porque pierden plata”, opinó.

Cintia estaba nerviosa: “No puede ser que vine a Rosario para mi clase de Yoga y tuve que caminar con la cartera cuatro cuadras”, y ahora se vuelve a Buenos Aires. “¿Quién me protege para que no me roben esas cinco, seis o siete cuadras que nos digan?”, reclamó. También reclamó que en la boletería no había carteles que indiquen dónde tomar el colectivo, algo que ninguna empresa hacía.

Adriana vuelve a Armstrong con su nieta y una amiga, e indicó aliviada que “ahora la empresa parece que nos va a llevar hasta la parada”. Una mujer que viaja con Cintia dijo que “tendría que salir todos los ciudadanos a protestar y hacer más lio que ellos”.

“Nos parece que es equivocado cerrar el ingreso y egreso”

Consultado sobre la situación, el presidente de la Terminal de Ómnibus Orlando Debiasi dijo “comprender totalmente la medida de fuerza”, y se solidarizó con los taxistas y con la familia del chofer asesinado, pero aclaró: “Nos parece que es equivocado cerrar el ingreso y egreso de los colectivos de larga distancia y perjudicar a la gente que llega o se va de Rosario”.

Debiasi contó a Rosarioplus.com que a pesar del corte de calles y la tensa situación de la madrugada, al mediodía ya sólo estaba bloqueado el acceso a la Terminal en sí, no el movimiento de micros. Consideró que la situación estaba controlada, aunque no de modo ideal, ya que los ciudadanos debían caminar bastante para subir a los colectivos, que se apostaban por donde podían, en los alrededores.

“Cuando supimos desde la Terminal de la medida esta mañana nos pusimos de acuerdo con la Secretaría de Control para que la gente suba y baje de los colectivos en calle Santa Fe y Constitución, con asistencia de agentes de Tránsito que desviaban a los autos por San Lorenzo”, detalló. Los boleteros organizaron con cada empresa los horarios y puntos para subir y bajar gente.

Consultado por este medio por las garantías de seguridad de los pasajeros, Debiasi buscó llevar tranquilidad y puntualizó que “hay efectivos policiales en cada punto”.

El responsable de la Terminal confió en que este miércoles por la tarde ya se levante el corte de calles alrededor de la Terminal. En el caso de que el corte no se levante, consideró: “Continuar la protesta es lanzársela en contra de ellos mismos, porque es demasiado tiempo. Se comprende su malestar, y quizás sigan la medida de fuerza, pero cortar el acceso a la Terminal es demasiado”.

Acerca de la inseguridad que aqueja a los taxistas, Debiasi opinó que "cuando saquen la plata de los taxis se va a resolver el problema, y hace años que está el proyecto, desde que yo era concejal. El tema es que los taxistas no quieren".

Contó que temprano dialogó con los taxistas que trabajan en las dársenas: “Tenemos buena relación, y me dijeron que por la madrugada vinieron taxistas a cerrarlas porque todavía había peones que no se habían enterado de la medida de fuerza, y cuando vinieron a informarle se enojaron y casi prenden fuego un taxi”.