A un año y medio del femicidio de Nadia Benítez, su familia y la organización Mujeres de Barrio convocan a reclamar justicia en el marco de una audiencia preliminar este miércoles, al mediodía, en el Centro de Justicia Penal de Rosario.

El 6 de febrero del 2017 Nadia y su pareja, Federico Aranda volvieron de cenar con amigos y mantuvieron una acalorada discusión en su vivienda de calle Einstein 5739 donde vivían con su hija. Poco después, Nadia apareció muerta en el patio- Su pareja aseguró que había caído del piso superior. Dos días después, Aranda fue imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio, y desde entonces se encuentra en prisión preventiva.

Aranda se desvinculó del suceso desde el comienzo. Hasta que se conocieron las pruebas, aún se hablaba de un accidente doméstico. Desde la agrupación Mujeres de barrio recordaron: “Entonces dijo que él no estaba cuando pasó, que le entraron a robar, pero lo que dicen la causa, el fiscal y la investigación es que murió por golpes y se encontraron rastros de ADN del agresor”.

La pericia constató una fractura mandibular, golpes en la base del cráneo que le dieron la muerte, e incluso que la joven de 32 años fue arrastrada mientras seguía con vida.

Belén, hermana de Nadia, contó que este miércoles se presenta el caso y “la idea es visibilizar lo que le pasó a Nadia para que todo el mundo tome conciencia que la violencia de género se tiene que terminar”.

El femicidio de Nadia afectó a sus familiares y vecinos del barrio Ludueña, quienes decidieron armar la agrupación de mujeres en el barrio porque consideraron que les faltaban herramientas para evitar los femicidios y la violencia hacia las mujeres en los barrios, para apoyar en salir de las situaciones de violencia, y porque “la justicia para las mujeres del campo popular es lenta, ineficiente y muchas veces, como sucede en tantos casos, no contamos con ella”.