Este viernes el Ministerio de Trabajo dio a conocer una resolución que elimina la “cuota solidaria” que la Asociación Bancaria, conducida por Sergio Palazzo, percibía desde 2006 en concepto de aporte de los trabajadores del sector no afiliados a ese gremio, lo que representaba una de las formas de financiación del sindicato. 

La bronca atravesó al sector en todo el país y la ciudad no estuvo ajena: Sergio Rivolta, secretario adjunto de La Bancaria en Rosario, aseguró que "el gremio en su totalidad rechaza de plano la decisión unilateral del Ministerio de Trabajo" y entiende que la medida busca "disciplinar" y "condicionar" a los trabajadores en medio de la discusión salarial con las patronales.

"Estamos en plenas negociaciones paritarias, en conciliación obligatoria, por lo que esta decisión la vemos como un mero chantaje o extorsión para que firmemos", afirmó el representante, que amparó la existencia de la cuota en la Ley 14250 de Convenciones Colectivas de Trabajo. 
Otros gremios como la UTA, Utedyc y la UOM tienen aportes similares.

En la Resolución, la cartera encabezada por Jorge Triaca argumenta que la cuota solidaria podría significar una suerte de “afiliación forzada” o “compulsiva”. El texto, firmado por el director de Asociaciones Sindicales de la cartera laboral, Horacio Bernardino Pitrau, asegura que el aporte “resulta atentatorio contra la libertad sindical” y “no corresponde seguir reteniendo” ese dinero a los trabajadores.

Rivolta anticipó que el martes el gremio enviará una carta documento al Ministerio y que se recurrirá a la Justicia "para que se de vuelta esta cuestión". Además, el jueves se reunirán todos los secretarios generales para definir los pasos a seguir.

Mientras tanto, los trabajadores del sector se encuentran en plena negociación paritaria y van tras un 20%: "
Los bancos, nuestras patronales, la siguen juntando con pala con la bicicleta financiera, y nos ofrecen un magro aumento salarial de un 9% cuando el mismo gobierno marca que habrá una inflación del 15%", disparó Rivolta.

"Es una provocación la propuesta para que apenas termine la conciliación obligatoria comience un conflicto que hará que los bancos estén parados a comienzo de febrero". El secretario opinó, en el mismo sentido, que esta "provocación" responde a que los bancarios son el primer gremio que cierra la paritaria. "Con nosotros quieren presionar para marcar un ejemplo al resto. Es por eso también que no queremos firmar a la baja", indicó.

En 2017, la Asociación Bancaria cerró la paritaria en un 19,5% más una clausula gatillo que les permitió acercarse a la inflación anual.