Los trabajadores privados comenzarán a cobrar la próxima semana la remuneración fija que el gobierno de Alberto Fernández dispuso, por decreto, a principios de enero. El incremento de los salarios fue sancionado para compensar en parte la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron los salarios tras la inflación de casi 54% del último años de presidencia de Mauricio Macri. 

La suma total es de 4 mil pesos y se pagará en dos tramos: salario de enero que se abona en febrero, de 3.000 pesos y los mil restantes en el sueldo de febrero en marzo.

La suba no es un bono, ya que tendrá carácter remunerativo; es decir, se adjunta al salario y deberá ser absorbido por las futuras negociaciones paritarias. 

El aumento será percibido por los trabajadores argentinos en relación de dependencia del sector privado. Las personas que trabajen menos de las horas convencionales recibirán una suma proporcional de acuerdo a las pautas del convenio colectivo de trabajo. 

El decreto del gobierno establece que no recibirán el incremento los empleados públicos (recibirán dos pagos de tres mil y mil pesos, a cobrar en marzo y abril), los trabajadores rurales y los empleados domésticos.