La Unasur, conformada en 2008 con el objetivo de "construir una identidad y ciudadanía suramericana", se encuentra oficialmente en peligro de extinción, luego de que seis de sus doce países miembros decidieran abandonar el bloque alegando "extrema disconformidad" con su funcionamiento. Este viernes, Argentina, Brasil Perú, Paraguay, Colombia y Chile se retiraron de la organización internacional a través de una carta, en la cual argumentaron sus motivos. 

Hace más de un año, la Unasur se encontraba en una situación que rozaba la completa inactividad. En este contexto, la mitad de sus países miembros emitieron un comunicado dirigido a la cancillería de Bolivia, país que se ocupa la presidencia transitoria del bloque. 

“Los países firmantes han decidido no participar en las distintas instancias de Unasur a partir de la fecha, hasta tanto no se produzcan resultados concretos en el curso de las próximas semanas que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización”, señala el texto difundido simultáneamente por las Cancillerías de las naciones que se retiran.

Según aseguraron los países salientes, la escabrosa situación del UNASUR se sostenía desde "hace varios años" pero "se agravó a partir de enero de 2017", fecha en la cual terminó el mandato como secretario general del ex presidente colombiano Ernesto Samper. Desde entonces el bloque no pudo designar a su reemplazante y el cargo, de importancia fundamental para un buen desarrollo organizacional, quedó acéfalo. Las seis naciones interpretan a este hecho como giro decisivo hacia un progresivo desarme.

El único candidato para ocupar el puesto era, hasta el mismo día de la salida de Argentina del bloque, el actual embajador de la administración de Mauricio Macri en Chile, argentino José Octavio Bordón. 

La carta también "lamenta que la presidencia pro-témpore argentina, pese a sus esfuerzos, no haya podido avanzar en su propuesta de articulación y coordinación con otros foros regionales para evitar duplicación de agendas y concentrar esfuerzos de Unasur en la consecución de los objetivos iniciales: infraestructura e integración física y energética, entre otros”.

Con el retiro de estos seis países, el bloque sólo queda conformado por Bolivia, Ecuador, Surinam, Uruguay, Venezuela y Guyana. La inactividad del bloque ya había sido un tema de discusión en la Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Lima recientemente. Es decir, que se anticipaba un hecho de estas caractarísticas.

Sin ir más lejos, horas antes de que se hiciera pública la carta de renuncia colectiva, el canciller boliviano Fernando Huanacuni, había dicho desconocer esa eventual salida y hasta había anunciado una cumbre de ministros de Relaciones Exteriores para mayo. De hecho, las declaraciones fueron realizadas en Quito, a donde el mandatario había viajado justamente para asumir formalmente la jefatura del bloque.

Tras ratificar la decisión de no tomar parte de las “distintas instancias” de la organización, los seis países que se retiran insistieron en que “no están dadas las condiciones para adoptar decisiones en el ámbito de Unasur”. Cabe destacar que las naciones salientes corresponden a las integrantes del llamado Grupo de Lima, una coordinación informal de estados armada en agosto del año pasado para seguir únicamente la situación de Venezuela.