Una mujer que había sido condenada a doce años de prisión por haber matado a su marido fue ahora absuelta por la cámara de apelaciones, que entendió que actuó en legítima defensa dado que era víctima de violencia de género. 

Nilda, tal el nombre de la mujer, había sido condenada en junio junto a su hijo, Armando, por los jueces penales del Tribunal Oral de Juicio de primera instancia de Villa Constitución. Le dieron doce años de prisión por el homicidio agravado por el vínculo contra su marido, Armando Jesús “Patalín” Ferreyra, de 44 años. Ahora, el Tribunal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la 2da. Circunscripción Judicial de Rosario la absolvió al entender que la mujer actuó en legítima defensa. Su hijo también fue absuelto de culpa y cargo por haber actuado en legítima defensa de su madre y su hermano menor.

El Tribunal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la 2da. Circunscripción Judicial (Rosario), está integrado por los Jueces Dra. Carina Luratti, y Dres. Guillermo Llaudet y Carlos Carbone.

El defensor público de Villa Constitución, Facundo Principiano, consideró que el reciente fallo “demuestra no sólo un análisis serio, responsable, integral y acabado de la causa traída a examen, sino que además el resolutorio en cuestión lleva a la justicia santafesina en materia de violencia de género, a un lugar de privilegio en la Argentina y en total consonancia con el nuevo paradigma que al respecto, ha emergido en el marco del derecho internacional, máxime en este caso cuando la persona es víctima de violencia de género y también imputada por un delito muy grave”.

Ya en el debate en primera instancia se había planteado que se trataba de un caso de violencia de género. El informe médica describió la situación de Nilda y además seis testimonios dieron testimonio de la violencia que el hombre desplegaba contra la mujer. Este caso contó con el apoyo de numerosas organizaciones sociales y entidad que defienden la igualdad de géneros.

En la mañana del 9 de agosto de 2014, Nilda estaba durmiendo y despertó de los gritos que provenían desde el comedor. Cuando llegó allí se encontró con su marido agarrando del cuello a su hijo y con un cuchillo en la mano. En su intento por detener la agresión, la mujer sufrió una serie de empujones, cortaduras y golpes por parte de su marido. Ella le dio a él dos golpes con una chaira quien luego falleció producto de las heridas.