La familia de Beatriz Venegas espera con angustia este miércoles 22 de noviembre. Es la fecha en que el juez en lo Civil y Comercial, Pedro Boasso dispuso el desalojo de la casa de Rioja 685, donde la mujer habita junto a su marido, sus dos hijos y dos nietos. La propiedad fue objeto de un juicio de desalojo que inició la Fundación Obra Cardenal Ferrari, dependiente del Arzobispado de Buenos Aires, que reclama al inmueble como propio.

Por eso, desde las 8 de la mañana convocan a amigos, familiares, conocidos y a cualquier rosarino “que rechace las injusticias” a un abrazo simbólico y solidario a la vivienda. “Queremos hacer la mayor cantidad de ruido posible”, señaló Martín Farías, uno de los hijos de Venegas, en diálogo con Rosarioplus.com.

Beatriz jura que compró la vivienda de buena fe hace casi 30 años, allá por 1990, a la dueña original del inmueble. Pero la mujer nunca le entregó el boleto de compra venta y, al morir, donó todas sus propiedades a la Fundación Obra Cardenal Ferrari. Venegas denunció que mientras la propietaria de la casa estaba siendo velada, alguien vació su departamento, haciendo desaparecer toda la documentación.

Sin esos papeles, la fundación Obra Cardenal Ferrari comenzó a reclamar a la casa como propia hasta llegar a la instancia judicial, donde obtuvieron un resultado favorable.

Este martes, la familia de Beatriz sufrió un nuevo revés judicial: el juez Boassi rechazó una serie de planteos por la falta de notificación del desalojo a las áreas provincial y municipal encargadas de la niñez y adolescencia.

Martín lamentó que no recibieron “ningún tipo de apoyo” de parte de la clase política porque, considera, “le tienen miedo a la Iglesia”. Por eso apuestan por una movilización frente a la vivienda donde este miércoles el oficial de Justicia debería entregar la notificación del tan temido desalojo.