Los atacaron cuando estaban en el sillón del living de espaldas al ingreso de la casona de Pago Largo y Agüero. Tres de las víctimas -un muerto y dos heridos- se encontraban en ese ambiente de la casa cuando recibieron un ataque certero y rápido entre las 5 y las 5.30.

Previamente, los asesinos habían cortado la energía eléctrica, se supone para asegurarse que las filmaciones no puedan grabar, aunque generalmente los domos tienen una batería interna. Lo cierto es que rompieron con una maza de un metro de alto y mucha contundencia una veta de la puerta principal para luego abrir el picaporte interno e ingresar.

A escasos metros estaban Emanuel “Ema pimpi” Sandoval, junto a Rocío G. y Gastón G., de 20 y 22 años, quienes resultaron heridos. Ema Pimpi recibió algunos balazos en el abdomen y murió una hora después en el hospital Alberdi. Aún no se sabe cómo ni quién lo trasladó. 

Pero faltaba otra persona en el blanco de los agresores. Era Mirko Saldaño, que terminó alcanzado en la planta alta del lugar. El fiscal de Homicidios Adrián Spelta no pudo confirmar si estaba en el sillón junto al resto y llegó a una de las habitaciones de la planta alta tratando de escapar, o si ya se encontraba en la habitación donde lo asesinaron con brutalidad: seis balazos en la espalda, uno en la cabeza y otro cuello.