Pasaron exactamente 10 años desde que el Concejo municipal aprobó el 13 de noviembre de 2008 por unanimidad en el Concejo Municipal la ordenanza Nº 8335/08 de Basura Cero. Los años transcurrieron desde entonces y muchas cosas mejoraron, como el reciclaje y la separación de residuos, pero no fueron suficientes para alcanzar las metas de la reducción de la basura en el relleno sanitario.

Basura Cero fue una de las campañas más fuertes del Estado municipal, se pusieron muchos recursos a disposición pero parece ser que la cuestión es más compleja y toca fibras en los hábitos de la ciudadanía que son difíciles de corregir.

La ordenanza estableció como principal de una larga serie de ítems un cronograma de reducción progresiva de la cantidad de residuos depositados en rellenos sanitarios. “La meta para el año 2010 será la reducción de un 15% del peso de los residuos sólidos urbanos de la ciudad de Rosario dispuestos en rellenos sanitarios, para el año 2012 de un 25% del total del peso y un 50% para el 2017. Se prohíbe para el año 2020 la disposición final en relleno sanitaria de materiales tanto reciclables como aprovechables, incluyendo los residuos orgánicos”, deja asentado el artículo 3.

Sin embargo no se ha podido bajar sustancialmente la cantidad de basura que por día se traslada al relleno sanitario de Ricardone para su disposición final. La merma se lograría -según la ordenanza- por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado. Y si bien se ha trabajado de manera intensa, no se logró.

“Datos nuevos no hay, pero sabemos que nos mantenemos en 800 toneladas diarias desde hace un tiempo. En ese sentido parece un fracaso, porque se pensó en una baja gradual, la mitad a 2017 y para 2020, cero. Increíblemente no se ha cumplido”, explicó a Rosarioplus.com el concejal del justicialismo Osvaldo Miatello y presidente de la comisión de Ecología.

La organización Taller Ecologista, a través de su referente Mirko Moskat, agregó que “en 2017 no sólo no se redujo (el relleno) sino que se entierra un 30% más de cuando se aprobó la ordenanza”. Pero aclararon que “no significa que no haya habido acciones del Ejecutivo, al contrario, se recicla más que hace 10 años con más modalidades e iniciativas, pero no ha alcanzado”. 

La explicación es que los modos de consumo tienden a generar más residuos y también un factor es el del aumento poblacional. Miatello coincide y agrega fundamentos: “La Municipalidad esgrime que aumentaron la cantidad que reciclaje, lo cual es cierto, pero como partieron de una base muy baja, sigue sin tener incidencia sobre lo que se destina en disposición final”.

Desde la Municipalidad realizaron un resumen de la enorme cantidad de acciones y concientización sobre el medioambiente realizadas desde entonces, sin puntualizar sobre la disposición final directamente, al entender que la ordenanza es más amplia y no se reduce en eso.

“En la última década, Rosario ha avanzado en políticas de gestión de residuos con inversiones que apuntan a mejorar los servicios, dar más oportunidades de separación y generando infraestructura para que cada vez más se puedan tratar en forma diferenciada”, comienza el comunicado. Luego afirma que “más de un tercio de la población ya separa sus reciclables a través de los servicios de separación”.

“Luego de la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento y Compostaje inaugurada en 2013, y que hoy trata 150 toneladas de residuos todos los días, en noviembre se puso en marcha la construcción de la Planta de Materiales Reciclables, que le dará trabajo a 40 personas provenientes del sector informal”, explicó la subsecretaria de Ambiente municipal, Cecilia Álvarez, y agregó que ya está comenzando a gestar la Planta de Biodigestión Seca para transformar los residuos en energía".