Una nueva prueba podría identificar mediante un rápido y no invasivo análisis de saliva a aquellos individuos que albergan reservorios infecciosos del parásito responsable de la malaria, según un estudio publicado por la revista Science Translational Medicine.

La malaria mata aproximadamente a 500.000 niños al año en el África subsahariana, pero detener su infección ha sido muy difícil hasta ahora porque algunos individuos que albergan estos reservorios no presentan ningún síntoma.

Los reservorios o nidos albergan en ciertos individuos a los patógenos que causan enfermedades infecciosas, no infectan a su hospedador pero se ocultan en su sangre y pueden propagarse a otros sujetos mediante las picaduras de mosquitos.

En el estudio, liderado por el investigador Dingyin Tao, se examinaron muestras de saliva de 12 niños con malaria subclínica e identificaron 35 marcadores de proteínas del parásito Plasmodium falciparum, que causa la mayoría de las infecciones de malaria en los seres humanos.

Los científicos seleccionaron un marcador de proteína llamado PSSP17 y diseñaron una prueba de diagnóstico capaz de detectar la proteína en muestras de saliva en un tiempo de 3 a 30 minutos, dependiendo de la cantidad presente de dicha sustancia.

Después, aplicaron esa prueba a 364 muestras, 100 de las cuales fueron emparejadas con otras de sangre, y encontraron que su técnica detectó adecuadamente a los portadores de parásitos subclínicos en comparación con los métodos estándar, más invasivos y que requieren de análisis de sangre.

La principal ventaja de este test es que, además de ser mucho más económico que un análisis de sangre, es fácilmente transportable sin mayores equipamientos. Esta característica es muy valiosa para su introducción en las zonas más afectadas con esta enfermedad en África, en donde escasea el equipamiento y los centros de salud. 

 

 

(EFE)