Está claro que hace varios años los teléfonos celulares vienen cambiando la forma en que se relacionan los seres humanos. Tanto así que incluso se volvió una costumbre entre algunos grupos de amigos la de juntar todos los aparatitos móviles y alejarlos del grupo, para propiciar la charla y concentrar la atención en las otras personas en vez de la pantallita. Pero claro, la portación del celular afecta a cada persona de manera diferente. Por eso, a la empresa Motorola se le ocurrió hace un test para medir cuánto incide el teléfono en la vida de cada uno.

En realidad, la prueba online (que consiste en responder una serie de preguntas incómodas) forma parte de una campaña de concientización impulsada por la misma compañía: se denomina Phone Life Balance (algo así como balance vida-teléfono) y apunta justamente a promover un uso equilibrado y sano del smartphone. "¿Tu teléfono te pertenece o le perteneces a tu teléfono?" empieza el test. Muchos no querrán saber la respuesta, pero la idea es animarse a responder con toda sinceridad. 

La campaña se originó en un estudio realizado por Motorola en colaboración con expertos en neurociencia de la Universidad de Harvard. Ese trabajo arrojó algunos resultados alarmantes, como por ejemplo que el 53% de los encuestados de la llamada generación Z (aquellos nacidos a partir de la segunda mitad de los 90) considera a su celular su mejor amigo. 

Los adultos no se quedan atrás: el 33% de los encuestados aseguró que da prioridad a su celular sobre las interacciones con sus seres queridos, y el 49% reveló que mira el teléfono más de lo que quisiera. Pero ojo, a no perder fe en la humanidad:  el 60% indicó a su vez que es importante tener una vida propia al margen del aparatito y el 61% aseguró que desea vivir experiencias que no requieran el uso del dispositivo móvil. 

Si hay sospechas de estar entre esos adictos fuertes al celu, los pasos hacia una recuperación empiezan por hacer el test y afrontar la realidad. A partir del resultado, la misma evaluación arroja una serie de recomendaciones o tareas para disminuir el uso del teléfono y recuperar la interacción cara a cara.