El maestro pizzero, un oficio tan ponderado en las gastronomía podría pasar a la historia. Es que en Francia se puso en marcha una prueba piloto que encarga esta labor a un robot y parece que lo hace muy bien.

El desarrollo le pertenece a la empresa francesa Ekim, que presentó con él su primera pizzería. Se llama Pazzi y con tres brazos robotizados,  arma la pizza con los ingredientes solicitados previamente, la hornea, corta en porciones y pone en la caja en la que llegará al cliente. Además, es capaz de elaborar 120 pizzas a la hora, tres veces más rápido que una persona. 

No es raro que esto se dé en Francia, ya que este país además de presumir de una gastronomía de calidad, se ha dejado seducir por la tecnología aplicada a la comida rápida. 

Una de las ventajas que presenta Pazzi es la heterogeneidad de los ingredientes con los que trabaja: franceses, italianos y escoceses (el salmón), todos frescos y este robot los utiliza de inmediato. De hecho, los fundadores de la empresa dirigida por Philippe Goldman, Sébastien Roverso y Cyrill Hamon, afirman que el proyecto comenzó al observar la decepción que genera a menudo la comida rápida por los malos ingredientes que suelen observarse.

La masa procede de elaboración manual y las recetas están predeterminadas, pero los clientes pueden incluir cualquier modificación a través de una aplicación. El resto del proceso se puede observar en directo en el restaurante y los precios oscilan entre los siete y los 14 euros, según el tamaño y los ingredientes añadidos.