A más de 60 días de iniciado el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio y ante la “imposibilidad de garantizar el derecho básico a la educación para quienes se encuentran en edad escolar”, el Sindicato Argentino de Docentes Particulares de Rosario (Sadop) reclamó que se declare a la provincia de santa Fe en emergencia educativa.

Elevaron un proyecto de Ley en el que reclamaron la sanción de la emergencia y proponen la creación de “un comité de expertos en educación, la conformación de una comisión bicameral de seguimiento del sistema educativo y la creación de un registro que pueda receptar las demandas que expresan miles de familias y alumnos santafesinos”.

La propuesta de Ley de Emergencia Educativa ya fue llevada a distintos legisladores y legisladoras, en el marco de reclamos desde hace semanas de la apertura de un canal de diálogo con las autoridades santafesinas para reanudar la paritaria docente, "después de más de dos meses sin haber obtenido del Ministerio una posición concreta".

La última oferta de la Casa Gris, antes de decidir postergar la negociación hasta nuevo aviso, no había convencido a los gremios, con un 10 por ciento de aumento. Pero el gobierno provincial decidió congelar el asunto por la pandemia, y diferencia para con las restantes áreas de gobierno, que “para abordar de manera integral y desde el gremio de los privados sienten discriminación con las demás áreas, donde "convocaron a expertos sin distinciones partidarias, en cambio en Educación lo que emergió fue una profunda cerrazón”.

La propuesta de Sadop destaca que el Ministerio de Educación de Santa Fe aún no cumplimentó el reparto de los cuadernillos para el alumnado, y quienes lo recibieron detectaron que “, cuentan con graves errores de enfoque didáctico y pedagógico que hacen que su utilidad sea cuestionable para sostener la calidad de la vinculación pedagógica”, describe Martín Lucero, secretario general del sindicato.

Desde Sadop entienden que "a las erróneas decisiones ministeriales, a la imposibilidad de garantizar el acceso a la educación y al rechazo de las comunidades educativas se le suma la creciente disconformidad de familias que se sienten desbordas por las demandas y las acciones que requieren la educación no presencial. Son las familias las que debieron afrontar sin recursos materiales ni didácticos el acompañamiento de los procesos educativos".

Lucero consignó: “En la génesis de cada una de estas situaciones problemáticas está la falta o la incapacidad de gestión del Ministerio de Educación, el cual estuvo más de 40 días sin emitir directivas que ordenaran la vinculación pedagógica con los alumnos y sus familias acrecentando la orfandad educativa. Y cuando se pronunció lo hizo unilateralmente, sin escuchar a los educadores”.