Mirar el eclipse de Sol del próximo martes 2 de julio en forma directa y sin la protección adecuada puede "literalmente quemar el ojo y dejarnos ciegos", advierten oculistas, quienes afirman que "hay preocupación" por la cantidad de lesiones que pueden sufrir las personas que verán el fenómeno natural desde diversas provincias. 

"Los riesgos de mirar directamente un eclipse solar se generan por la exposición del ojo a la radiación ultravioleta (UV), que puede quemar la córnea y la retina, la parte más sensible", alertó a la agencia Télam el oftalmólogo Alejandro Aguilar, fundador y ex presidente de la Sociedad Argentina de la Superficie Ocular.

El especialista afirmó que esas quemaduras "son para toda la vida" y pueden causar la "pérdida o disminución severa de la visión".

"Cuando miramos al Sol un día cualquiera, la sensación de malestar nos obliga a apartar la mirada. Cuando hay un eclipse, esa sensación desaparece por la oscuridad que se genera, pero la radiación UV es la misma que cuando miramos directamente", explicó.

En el eclipse del 2 de julio, la sombra lunar cruzará el territorio argentino de oeste a este, creando una "franja de totalidad" de unos 200 kilómetros de ancho sobre las provincias de San Juan, San Luis, sur de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, precisó la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de La Plata. 

Consultados sobre qué se podrá observar dentro de la llamada franja de totalidad, precisaron que al comienzo del eclipse, alrededor de las 16.30, se verá "una pequeña muesca oscura sobre el Sol".

"La muesca crecerá a lo largo de más de un hora, hasta dejar sólo un delgado borde luminoso. Diez minutos antes de la totalidad, la oscuridad será notable, la temperatura bajará y los animales se inquietarán", describieron.

Y agregaron: "En el momento de la totalidad caerá la noche: en el cielo se verán las estrellas más brillantes y en el Sol se revelarán sus capas más externas, es decir, sobre el disco la roja cromósfera, y a su alrededor la blanca corona solar".

"Luego, un fino borde luminoso comenzará a crecer dejando ver una porción cada vez mayor del Sol, hasta que se oculte en el horizonte y el espectáculo habrá terminado", completaron.

El oftalmólogo sanjuanino Pablo Larrea apuntó que "hay preocupación" por la cantidad de lesionados que puede haber en las provincias donde se verá el eclipse "si no se usa la protección adecuada".

"Para ver el fenómeno se deben usar filtros especiales o lentes que tengan la inscripción ISO 12312-2, que garantizan la autenticidad del producto y el freno de los rayos UV e infrarrojos que emite el Sol", precisó.

Aguilar coincidió en que "otra opción es verlo a través de los vidrios que se usan en las máscaras de soldador, grado 12 o superior es lo ideal, y no recomendamos ningún otro vidrio o anteojo que no cumpla con estas características".

Consultado sobre la utilidad de los dispositivos caseros, el oculista afirmó que "pueden usarse, siempre y cuando se confeccionen muy bien".

"Los dispositivos caseros que se arman con cajas de zapatos y papel aluminio pueden usarse, pero hay que seguir muy bien las instrucciones para evitar problemas", advirtió.

Y continuó: "Tampoco se pueden sacar fotos con cámara, celular o tablet en forma directa, porque implica riesgo de quemar la retina. Para sacar fotos hay que tener en cuenta las mismas precauciones que para mirar, es decir, usar anteojos adecuados y vidrio de soldador entre nuestros ojos y el dispositivo elegido".

Sobre los anteojos de sol comunes, el médico afirmó que "no sirven absolutamente para nada".

"Mirar el fenómeno con anteojos de sol comunes es lo mismo que mirarlo de forma directa. Y tampoco se deben usar radiografías", completó.

Después del eclipse del 2 de julio, el próximo que se podrá ver en la Argentina ocurrirá el 14 de diciembre de 2020, y su franja de totalidad atravesará la Patagonia.