Más pequeña que un grano de arroz, así es un microprocesador con funciones de sensor, creado en la Universidad de Michigan; solo tiene 0,3 mm de lado. Está destinado a medicina y su función es medir la temperatura de las células, por eso su diminuto tamaño y su alta precisión.

Apenas un cuadradito con unos alambres es la computadora más pequeña del mundo. Aunque con la miniaturización los científicos de la universidad de Michigan tuvieron que limitar algunas funciones y privilegiar otras.

Este sensor es un termómetro, capaz de detectar variaciones de 0,1 grados Celsius. Es biocompatible y está pensado para analizar, entre otras cosas, la temperatura de un grupo de células cancerígenas. Sin embargo, no puede tener antena de radio para enviar y recibir información, así que usa un sistema de transmisión especial. 

En medicina hace tiempo se intenta comprobar que las células cancerígenas tienen una temperatura levemente mayor al del tejido sano, pero es difícil medir esto con precisión, y este sensor permitiría lograrlo al ser implantado en forma permanente en cualquier parte sin que el paciente lo sienta.

Sin embargo, otra contra es que no tiene memoria permanente: si se apaga, pierde todos los datos recabados. Aún así, es un gran avance para la medicina y puede significar un importante paso en la detección temprana del cáncer.