La Unión Europea multó a Google con USD 5 mil millones por haber incumplido con ciertas leyes antimonopólicas a lo que el gigante informático contraatacó con la advertencia de que sus servicios podrían dejar de ser gratis.

De acuerdo con la UE, el gigante informático habría abusado de la posición dominante de Android en el mercado de tres maneras: 

  • La integración de su motor de búsqueda y las aplicaciones de Chrome en el sistema operativo.
  • El impedimento de que fabricantes de teléfonos utilicen versiones basadas en Android.
  • El pago a ciertos fabricantes y operadoras de telefonía móvil para que integren, exclusivamente, la app de búsqueda de Google en sus equipos.

Ante esto la compañía no solo avisó que apelará la demanda, sino que también hizo un descargo a través de su blog oficial. Allí, Sundar Pichai, CEO de Google, destaca que la decisión del UE podría afectar el modelo de negocios de la empresa, dejando entrever que el servicio podría dejar de ser gratuito.

"En 2007, decidimos ofrecerles Android gratis a los operadores móviles y fabricantes de teléfonos. Claro que el desarrollo de Android genera costos y Google ha invertido miles de millones de dólares en la última década para que Android se convierta en lo que es hoy", subraya Pichai en el comunicado.

"Hasta ahora, el modelo de negocios de Android implicó que no tuviéramos que cobrarles a los fabricantes por nuestra tecnología ni que hubiera que depender de un modelo de distribución estrictamente controlado", destaca el directivo y dispara: "la decisión de hoy alterará el delicado equilibrio que hemos logrado con Android, y envía una señal preocupante a favor de los sistemas propietarios por sobre las plataformas abiertas".

"En la actualidad, gracias a Android, un teléfono tipo viene preinstalado con hasta 40 aplicaciones de múltiples desarrolladores, no solo de la compañía a la que le compraste el teléfono. Si prefieres otras aplicaciones (o navegadores o motores de búsqueda) en vez de las que están precargadas, puedes desactivarlas o eliminarlas fácilmente, y elegir otras, incluidas las apps de algunos de los 1,6 millones de europeos que se ganan la vida como desarrolladores de aplicaciones", concluye.

En pocas palabras el directivo deja entrever que si "el ecosistema se altera", metáfora que él utiliza en el comunicado, entonces alguien tendría que pagar por utilizar Android y "ese alguien" bien podrían ser los fabricantes de celulares.