El fin de semana pasó y dejó al sistema de salud pública de Rosario al borde del colapso. La cantidad diaria de nuevos casos de coronavirus sigue subiendo de a zarpazos. Este domingo se confirmaron 600 infectados, y en las guardias de los hospitales se agolpan personas con síntomas compatibles con covid-19. Además, los heridos de bala como consecuencia de los diferentes ataques que se registran en la ciudad por estos días provocan que la situación sea aún más crítica en los efectores de salud.

"El viernes por la noche, madrugada del sábado, había un montón de gente atendiéndose, se tuvo que hacer vías en la sala de espera para pasarle medicación a pacientes descompensados", relató César Goroso, jefe Mantenimiento del Hospital Roque Sáenz Peña, y agregó: "A eso sumale cuatro heridos de balas que llegaron y son de urgencia. Los mismos médicos y enfermeros que están atendiendo la gran demanda tienen que atender las urgencias".

En diálogo con Verónica Luchessi en Sí 98.9, el delegado del Sindicato de Trabajadores Municipales en el hospital de Laprida al 5400 comentó: "En la guardia general es donde se produce mucha demanda, las camas no alcanzan". "Hemos sacado la guardia pediátrica de la general para poder tener más camas ocupadas con adultos que vienen con síntomas de esta enfermedad", remarcó.

Según explicó el empleado público, por casos positivos de coronavirus en el personal del nosocomio de zona sur se tuvo que reforzar la cantidad de trabajadores en algunas áreas, pero con los médicos no sucedió lo mismo. "Un médico de una guardia se tuvo que aislar por 14 días y el resto de los compañeros tuvo que atender toda la demanda".

"En el estacionamiento del hospital hemos puesto un colectivo sanitario que lo preparamos para atender a las personas que vienen con fiebre, para evitar los contagios con otros pacientes", indicó Goroso y añadió: "Todo el área del estacionamiento está con la gente esperando para ser atendidas. Hoy tenemos una demanda creciente de manera notable. Ayer (domingo) teníamos más de cien metros de cola de personas que esperaban ser atendidas".

En cuanto a la actitud de las personas que se arriman al hospital con síntomas de covid-19 y aguardan por una atención médica, el Jefe Mantenimiento del Hospital Roque Sáenz Peña dijo: "Estamos trabajando en conjunto con las autoridades del Roque tratando de buscarle solución permanentemente a esta situación. Estamos todos abocados, no tenemos franco, no tenemos vacaciones, no tenemos horarios. "Todo el mundo está haciendo la misma tarea sin ningún refuerzo y eso hace que la gente se impaciente un poco. No hay profesionales en la ciudad para reforzar esta situación".

"Muchos no entienden y no ven lo que está pasando atrás de las puertas", concluyó el trabajador del nosocomio de zona sur.