El uso prolongado de celulares, principalmente para enviar mensajes o jugar, está asociado a desarrollar lesiones osteomusculares, las cuales podrían agravarse debido al uso cada vez más extendido de estos dispositivos. Así lo reveló un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). 

Mauricio Ravelo Izquierdo, licenciado en Terapia Física y Rehabilitación y catedrático de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la Unam, explicó que entre las lesiones más comunes están la tendinitis de Quervain y el text neck o dolor de cuello por textear. Debido al malestar e inflamación que causan, dijo, estos padecimientos pueden ser sumamente incapacitantes.

El especialista a cargo del estudio detalló que este tipo de lesiones van en aumento por el uso creciente de teléfonos inteligentes. Dijo que su primer síntoma es dolor leve, pero de no atenderse puede volverse intenso, al punto de inmovilizar el área inflamada y provocar un aumento de temperatura y cambio de coloración por la inflamación.

En la mano, la molestia va del pulgar a la parte media del antebrazo, y en el cuello desde la nuca hasta la parte trasera de los hombros; en algunos casos provoca lesiones en las terminaciones nerviosas que emergen de la columna cervical.

La enfermedad de Quervain -el nombre que recibe esta dolencia- se vincula principalmente al uso indiscriminado del celular, pues las pantallas son pequeñas y, en consecuencia, también el teclado, de modo que los movimientos finos de los pulgares hacen que los tendones en conjunto se inflamen.

El especialista expresó que estas afecciones pueden evitarse si se usa con prudencia el celular: por periodos no mayores a 30 minutos, y dejarlo de lado al menos una hora y media para que descansen la mano y el cuello. "El problema es que hay gente que puede estar tres o más horas mensajeando", señaló.

Por ejemplo, subrayó, hay reporteros que escriben sus notas en teléfonos inteligentes y esta acción les puede llevar más de una hora. "Pero si lo hacen diario y más de una vez al día, en algún momento se les inflamarán los tendones o presentarán rigidez en los músculos del cuello, dolor de hombros y cabeza", aseveró.

Es por ello que el especialista recomendó guardar reposo, evitar hacer dichas actividades repetitivas, usar analgésicos no esteroideo, y en el caso del pulgar, utilizar ortesis, que es un tipo de fijador para que descanse el dedo. También se puede dar fisioterapia con medios físicos (calor o frío, dependiendo del estadio de la lesión), láser, fluidoterapia o ultrasonido terapéutico. En el caso de la tendinitis de Quervain, cuando el tendón ya está muy lastimado y hay desgaste importante, se puede recurrir a la cirugía, concluyó.

(EFE)