La tableta de Apple hereda las innovaciones presentadas en el iPhone X, tiene un mejor precio y es mucho más potente. Además la pantalla es más amplia. Todas características que hacen de esta versión una mejorada opción de la tableta. 

Tal como se esperaba se trata de una profunda renovación en lo referente al hardware, que, como sucedió en ocasiones anteriores, sigue el rastro de lo presentado en el iPhone. Se  elimina el botón Home y se incorporará el exitoso sistema de desbloqueo facial FaceID que equipa el buque insignia de los iPhone. ¿Por qué son relevantes estos datos? Porque el iPad lograría ganar en pantalla sin aumentar el tamaño del equipo.

Apple reduce los marcos laterales y superiores del iPad para aumentar pulgadas de pantalla manteniendo el mismo formato compacto. En este sentido, el iPad de 10,5 pulgadas creció hasta las 11 pulgadas y otro tanto sucedió con el modelo Pro de 12,9 pulgadas.

En lo que respecta al diseño Apple no aplicó demasiados cambios y se entiende ya que es un producto que funciona muy bien en un segmento tan complejo como el de las tabletas. En cuanto al precio resulta algo más barato que el del año pasado, haciéndolo más atractivo. En concreto el más chiquito de la familia cuesta 349 euros en su versión de 32 GB con Wi-Fi y desde 429 euros la que combina conexiones Wi-Fi + Cellular, y 479 y 569 para las respectivas versiones de 128 GB.