El 5G es una tecnología que revolucionará las comunicaciones, sin embargo, por el momento parece brindar muy poco por el costo de los dispositivos. Lo enorme capacidad de transmitir información, la mínima latencia (el periodo que tardan esos datos en ir y venir entre emisores y receptores) y su capacidad para conectar multitud de dispositivos, apenas se aprecia por el momento. 

“La tecnología se ha adelantado a la identificación de necesidades”, explica Mercedes Fernández, gerente de Innovación de Telefónica. 

“Falta que haya servicios que aprovechen las capacidades especiales del 5G. Por eso se hacen proyectos piloto que impulsen usos y servicios. Son necesidades que todavía debemos ir encontrando en los clientes”, añade Fernández, quien explica que, por ahora, se han centrado en el sector empresarial.

Es ahí donde la empresa española está buscando aliados para encontrar sentido definitivo a la quinta generación de telefonía móvil. Lo está haciendo a través de su proyecto Ciudades Tecnológicas 5G, que arrancó a comienzos de 2018 en Segovia y Talavera de la Reina para seguir más tarde con Barcelona, Alcobendas y Málaga, ciudad que ya posee cobertura en buena parte de su territorio, aunque otras muchas localidades de España también cuentan con áreas conectadas.

“Se está trabajando en ver para qué la queremos y, desde ahí, fomentar la implantación comercial”, explica la responsable de Telefónica. Lo cierto es que aún no hay servicios que necesiten esa capacidad de banda lo cual realentiza la implantación del 5G.

“Por ello seguimos haciendo casos de uso, proyectos piloto, despliegues no masivos. Porque la tecnología no es definitiva y la frecuencia tampoco. Y los terminales son muy pocos y muy caros”, concluye la gerente de Innovación de Telefónica que confía en que el asentamiento la quinta generación sea la base de una revolución.