A poco de la puesta en marcha del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), Facebook y Google comenzaron a recibir demandas por parte de ciberactivistas que cuestionan la forma en que estas empresas han implementado los cambios de la nueva normativa continental.

La organización None Of Your Business liderada por el ciberactivista Max Schrems afirmó que, al contrario de lo que supone el espíritu del RGPD, las grandes empresas se han aprovechado del derecho a elección libre de los usuarios sobre dónde compartir sus datos para obligarlos a aceptar sus condiciones en una especie de "tómalo o déjalo".

Los reclamos legales se han presentado en cuatro organismos europeos y si la justicia encontrara culpabilidad en el accionar de las empresas, podrían afrontar multas que van desde los 1300 hasta los 3700 millones de euros.

Las demandas también apuntan contra la app de mensajeria Whatsapp y contra Instagram, ambas propiedades de Facebook.

Según entienden en esa organización no gubernamental, el RGPD prohíbe en su artículo 7 el consentimiento forzado y cualquier forma que implique tener que aceptar las condiciones de un producto para poder usar otro del mismo creador.

"Facebook incluso ha bloqueado cuentas de usuarios que no han dado su consentimiento. Al final, los usuarios solo tenían la opción de eliminar la cuenta o presionar el botón Aceptar, lo que no es una elección libre; recuerda más al proceso electoral de Corea del Norte", dijo Schrems en un comunicado.

Por otra parte, aclararon que el fin del "consentimiento forzado" no significa que las empresas ya no puedan usar los datos de los clientes, ya que "el RGPD permite explícitamente cualquier procesamiento de datos estrictamente necesario para el servicio", pero al usar esos datos para "publicidad, se debe otorgar la posibilidad de consentimiento libre".

Por otra parte, la aplicación del nuevo reglamento se hizo sentir, sobre todo, con el bloquéo de sitios de origen estadounidense, en especial webs de noticias cómo el Chicago Tribune, el Baltimore Sun o el Orlando Sentinel.

(Télam)