El Registro Único de Violencia hacia las Mujeres (Ruvim) arrojó sus primeros resultados procesados por el Ipec tras seis meses de trabajo, en los que se recibieron 2343 denuncias de diversas clases. Violencia sexual, económica, física y psicológica son algunas de las que distingue el relevamiento. Impulsado por la Subsecretaría de Políticas de Género del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, es el primer y único sistema de información relativa a las distintas formas que asume la violencia de género, coordinado por una mesa de trabajo de veinte personas entre dicha repartición, organismos no gubernamentales, representantes de los ministerios de Seguridad, Salud, Educación y Justicia, el poder Judicial y el Ministerio Público de la Acusación.

La subsecretaria Gabriela Sosa adelantó a Rosarioplus.com los primeros resultados del recogimiento de las denuncias desde el pasado 2 de mayo, aportadas por Policía Comunitaria, comisarías de la mujer, hospitales, centros de salud, centros de asistencia judicial, centros territoriales de denuncias, municipios, comunas y fiscalías. El objetivo de acumular datos es mejorar las políticas de prevención. Se espera que paulatinamente se sumen cada vez más instituciones de los tres poderes del Estado y organismos no gubernamentales.

De las 2343 denuncias recibidas, un 50 por ciento pertenecen a mujeres de entre 13 y 35 años, otra porción importante de 36 a 40, y le sigue otra buena parte de entre 41 y 50 años. “Pero eso no significa que no exista en niñas menores de 13 años, que es una discusión si se trata de violencia de género por ser menores, o incluso de señoras mayores”, aclaró Sosa.

De todas las denuncias sólo 800 especificaron qué tipo de violencia padecieron, y lo que sorprendió fue que se hayan repartido en cantidades casi iguales las de violencia física (325) y las psicológicas (328). “Hace años, antes de ser un tema de agenda pública se consideraba socialmente que sólo se llegaba a denunciar cuando se era víctima de un acoso físico, que deje pruebas en el cuerpo”, recordó la subsecretaria.

A estas dos figuras predominantes se suman 165 denuncias por violencia de carácter sexual, 53 de tipo económico, y otras 130 de “diversos tipos de maltrato sin aclarar, que deberemos verificar cuáles son”.  Sosa precisó que “no hay denuncias de violencia simbólica por lo que entendimos que debemos trabajar en visibilizar su significado para que se denuncie”. 

A fines de octubre se podrá conocer la territorialidad de las denuncias (en qué localidad de la provincia), pero Sosa aseguró que “como era de esperar, la gran mayoría residen en las ciudades de Rosario y Santa Fe, al margen de la causa de la densidad poblacional, hay una causa de activismo en la agenda pública y mediática, y cantidad de instituciones donde denunciar que lleva a que las mujeres que sufrieron violencia de género se animen a denunciarlo”.

Los datos conseguidos se elevarán al Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) para su incorporación en las estadísticas nacionales, en cumplimiento con la ley 13.348. Santa Fe es la única provincia que cuenta con un registro propio, junto con Corrientes. “Está muy verde el registro nacional”, lamentó Sosa.

Otro avance en la gestión pública en paralelo al Ruvim fue la decisión por decreto en 2015 por parte del gobernador de incorporar Áreas de la Mujer en localidades mas pequeñas, ya que sólo 15 de éstas tenían una, y en estos dos años se sumaron otras 85 para que mujeres vulneradas tengan un espacio especial para la prevención y con profesionales idóneos. La provincia es territorialmente amplia y el cargado de las denuncias recién comenzó en mayo pasado, 

La historia del Registro Único de Violencia hacia las Mujeres

El Registro se crea a partir de la ley provincial N° 13.348 de “Protección Integral" para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.

“Antes de su creación, el Ruvim tuvo muchas idas y vueltas desde 2013 que la ley nacional promovió que cada provincia registre sus casos. Fue debatido por la subsecretaría, las ong, el Poder Judicial y los Ministerios durante un año, hasta que el 2 de junio de 2016 el gobernador Miguel Lifschitz firmó su creación por decreto”, precisó Gabriela Sosa.

Una vez creado el Registro a nivel provincial se creó la Mesa Ruvim, y tras largos debates se acordó que “aunque se aportarán todos los datos al Indec el registro provincial es autónomo en su decisión sobre la modalidad de cargado de datos, que pertenecen a la Provincia”.

Se trata de un registro estadístico “vivo”, que crece con los meses, suma instituciones y genera políticas de prevención y asistencia a las víctimas.

En adelante comienza una segunda etapa de sumar los registros de cada comuna, “hasta la más pequeña de 300 habitantes”, capacitándolos para tomar las denuncias, y una tercera etapa en sumar sindicatos. “La CGT ya comprometió a sus sindicatos”, aseguró.