Una turista española murió y dos policías brasileños resultaron heridos este lunes en la favela Rocinha, durante un nuevo tiroteo entre las fuerzas de seguridad y presuntos narcotraficantes ocurrido en el marco de una creciente ola de violencia que sacude a ese sector de Río de Janeiro.

De acuerdo con el periódico brasileño Extra, la ciudadana española de la que aún no se conoció la identidad, formaba parte de un contingente de turistas que visitaba la favela y se vio envuelto en el tiroteo. Según ese medio, la policía informó que el grupo de cinco turistas extranjeros no obedeció la orden de abandonar el lugar cuando comenzaron los enfrentamientos y en esa situación fue herida la mujer. Además, dos policías resultaron heridos, uno de los policías en la cabeza y el otro recibió un impacto de bala en el tórax cuando fueron atacados mientras patrullaban una zona de la favela conocida como 199.

La turista fue identificada como María Esperanza Ruiz Jiménez, y tenía 67 años. 

El ataque, que fue reportado en las redes sociales por los habitantes de esa zona, sucede en momentos en los que la favela Rocinha, una de las más conocidas de Río, es escenario de una nueva ola de violencia iniciada en 17 de septiembre y que desde entonces mantiene aterrorizados a los vecinos del lugar, informó la agencia de noticias DPA.

Las autoridades estiman que la "guerra" por el control de la favela comenzó cuando Antonio Bonfim Lopes, conocido como "Nem da Rocinha", el líder de la principal banda criminal de la favela y preso desde hace años, dio la orden para que su grupo recuperase el control del narcotráfico local.

Desde entonces, la favela, que en el último censo (2010) oficial tenía 70.000 habitantes -aunque otras fuentes sostienen que viven hacinadas el triple de personas- asiste a constantes tiroteos que obligaron al gobierno nacional a desplegar a 950 soldados de las Fuerzas Armadas para sitiar el lugar. El Ejército dejó el barrio después de una semana a fines de septiembre, pero aunque disminuyeron los tiroteos, los enfrentamientos entre grupos criminales no terminan de ser controlados por las autoridades.

Debido a los problemas de violencia en una de las principales ciudades del país, el gobierno del presidente Michel Temer aprobó a fines de julio el despliegue de 10.000 soldados y otros efectivos de cuerpos de seguridad en Río, que permanecerán en la ciudad carioca al menos hasta 2018.