La vida política de Newell’s llegó al terreno judicial, con denuncias cruzadas entre directivos y socios opositores. La asamblea que terminó con escándalo el pasado mes de octubre ya tiene a un hincha imputado por lesiones y fue desestimada la opción de la mediación por acuerdo de partes, por lo cual el expediente anticipa un desenlace de socios procesados. La Justicia, además, avanzó en la identificación de dos socios más que agredieron a simpatizantes opositores al gobierno de Eduardo Bermúdez y el próximo mes de febrero un directivo rojinegro será denunciado por calumnias e injurias.

En aquella asamblea el descontrol se desató porque la oposición pedía papeles de trabajo que respalden el balance presentado por los dirigentes. Newell’s no tiene balance aprobado y los socios no acceden a documentación alguna de la administración. Así se multiplican las sospechas sobre la actual Comisión Directiva.

En Newell’s no hay paz. A los problemas financieros y la crisis de gobernabilidad que arrastra la directiva de Eduardo Bermúdez se le añade un conflicto entre socios que llegó a la Justicia. El referente de ADN Leproso, Daniel Giraudo, fue agredido con un sillazo en la asamblea suspendida por la violencia contra los opositores el último mes de octubre. Giraudo hizo la denuncia, aportó videos y fotos de la agresión de la que fue víctima y la fiscalía identifica al hincha agresor como Federico Molina, quien fue imputado en la causa y quedó a próximo a ser procesado, porque Giraudo desestimó cualquier acuerdo de mediación propuesto por el agresor. “No quiero plata ni ninguna compensación. Si yo acepto un arreglo con este señor (le arrojó un sillazo sobre sus espaldas) estaría convalidando las agresiones y yo quiero un Newell’s sin violencia”, aseveró Giraudo en diálogo con Rosarioplus.com.

Con este primer paso, la Justicia ahora avanza en otras denuncias. Porque dos socios que también fueron víctimas de los violentos en el parque Independencia y oportunamente no se animaban a llevar la denuncia a la Justicia, dejarán su anonimato y elevarán pruebas a la fiscalía. En ambos casos estos socios fueron víctimas de golpes de puño y los agresores ya fueron identificados.

A paso más lento transita la denuncia que presentó en octubre Ariel Moresco, referente de Movimiento 1974, quien fue víctima de diversos golpes en el momento que se desató el descontrol en el gimnasio cubierto de Newell’s, situación en la cual durante la confusión otro socio le sustrajo la billetera con documentación personal y dinero.

Al suspenderse la asamblea, el vicepresidente Cristian D’Amico responsabilizó por lo sucedido a Daniel Giraudo, incluso como instigador de los hechos. El líder de ADN Leproso fue víctima de las agresiones y ante las expresiones del directivo lo intimó a que se rectifique. “D’Amico no contestó ninguna de las dos cartas documento que le envié, ni siquiera las fue a retirar al correo. Por eso lo voy a denunciar por calumnias cuando se termine la veda judicial. Yo no me voy a quedar de brazos cruzados después de lo que me dijo. Es muy serio lo que pasó en la asamblea y la forma en que los violentos se vayan del club es denunciando”,  enfatizó Giraudo.

Asambleas violentas hubo muchas Newell’s, principalmente durante el gobierno de Eduardo López. Pero es la primera vez que ante una denuncia de un socio la Justicia interviene y avanza en la búsqueda de responsables. A pesar de esto, los socios rojinegros todavía no pudieron acceder a la documentación que respalde el balance del club, el cual por ahora no resiste análisis, ni quiera del auditor externo contrato por el club, Guillermo Azum, quien se abstuvo de pronunciarse al respecto.

Fiscalía de Estado resolverá en el próximo mes de febrero sobre la violenta asamblea. Los directivos leprosos llevaron la discusión al terreno judicial para evitar convocar a una nueva reunión en tiempo perentorio, como dispuso Inspección General de Personas Jurídicas, donde los socios seguramente insistirán por la documentación de la tesorería del club.  Pero los dirigentes podrán eludir la rendición de cuentas hasta mayo, mes en el cual el estatuto los obliga a convocar a nueva asamblea, en este caso con una orden del día que deberá contemplar los temas pendientes.