A lo largo de casi una hora, Miguel Lifschitz le envió señales promisorias a casi todos los interlocutores con los que deberá interactuar en sus próximos cuatro años como gobernador. Igual que como lo hizo ayer el presidente Mauricio Macri, hoy el socialista en su primer discurso trazó ondas de paz, de convivencia y diálogo, y dijo que necesitará “de todos y de todas” para gobernar. Asimismo, también, no se privó de prodigarle un par de palos al kirchnerismo y su estilo de construcción política. Y en esa línea, reclamó a la Justicia Federal que se involucre más en el combate del narcotráfico, que sume nuevos juzgados de ese fuero en la provincia y llamó al arco político y judicial a formar una “junta provincial de seguridad”.

“Entramos en una etapa en la cual la sociedad nos va a exigir menos relatos y más verdades, más realidad”, señaló el mandatario desde una Legislatura atestada de personas que se dieron cita por los más diversos motivos. 

”Voy a conducir un gobierno honesto y transparente siguiendo una impronta que caracteriza a esta provincia: menos retórica y más acción”, completó.

Y entre los primeros tópicos concretos que aludió en su discurso, Lifschitz adelantó su interés por avanzar en la reforma constitucional que se lleva y se trae desde hace años, pero que no se concreta. “La tan conversada Reforma de la Constitución estará en nuestra agenda de trabajo, por lo cual convoco a legisladores a trabajar en conjunto”, dijo.

El gobernador abordó el problema de la inseguridad y la violencia también desde la construcción de impunidad para el delincuente, y desde la exclusión social. “La impunidad es letal para la construcción de una sociedad organizada, con tolerancia y convivencia, de una sociedad respetuosa del otro. Tenemos que trabajar de manera efectiva para disminuir la brecha de desigualdad en nuestra sociedad y para que la justicia sea una realidad”, postuló.

En esa línea, dejó una frase para el archivo, que la oposición la tendrá in pectore para enrostrársela en caso de que tenga un traspié entre sus colaboradores. “Si los delincuentes están en las filas del Estado, la policía, la política o la justicia deben caer primero que los otros”, afirmó. Y todavía más, aludió a la sensación de injusticia que padecen los familiares de víctimas de la inseguridad. “Me ocuparé de manera directa de impulsar las causas de mayor impacto social, en el ámbito de la Justicia Provincial y de la Federal", prometió, aun a pesar de que su lugar es el Poder Ejecutivo.

“Invitaré a representantes del Poder Legislativo y del Poder Judicial a integrar la Junta Provincial de Seguridad. Estamos a tiempo de ponerle un freno al flagelo del narcotráfico, de evitar que siga creciendo y empezar a revertir la tendencia”, señaló el rosarino que acababa de prestar juramento en la Legislatura santafesina.

El hasta ayer senador departamental por Rosario consideró: “Con los juzgados federales que tenemos hoy en la provincia no es suficiente, necesitamos por lo menos duplicar la cantidad”. Por otra parte, prometió “trabajar con mayor intensidad, con más visibilidad, con acciones y programas más contundentes en prevención de las adicciones”.

“Queremos blindar la provincia, asegurar la vigilancia de los 800 kilómetros de frontera en el río”, agregó Lifschitz y planteó la necesidad de contar desde la Nación con vigilancia de fronteras y espacio aéreo. 

A la tropa policial -donde predominó el apoyo explícito al candidato del PRO, Miguel Del Sel- el socialista también le tendió una mano para empezar con el pie derecho. “Confiamos en que hay una voluntad mayoritaria en las fuerzas policiales para recuperar la institución y la confianza de los ciudadanos”, dijo.

Se acordó de los trabajadores y adelantó que los convocará de manera permanente, a través de los sindicatos, para sumarlos a la gestión de gobierno y vincularse con el territorio. “En la Argentina que viene hay que volver a apostar a los trabajadores como fuerza de cambio”. Y para equilibrar, también le dedicó un párrafo a las patronales del sector productivo. “Sabemos de la capacidad y visión de nuestros empresarios y confiamos en ellos para planificar en conjunto”, les dijo.

Aseguró que “las políticas de mejoramiento del hábitat serán la prioridad en esta etapa” y proclamó su deseo de que “Santa Fe se convierta en la provincia con mejor calidad educativa de Argentina”.

Voy a convocar a los trabajadores para promover los cambios que hacen falta. Confiamos en las organizaciones de trabajadores y su compromiso con sectores populares