Después de los indicios de que el otoño viene con ganas entre lluvias y fríos, y de vuelta a los calores del fin del verano, el sábado comenzó indeciso entre algo de viento, algo de nubes y un poco de sol para no arruinarle los planes a nadie.

La temperatura descendió agradable, con una temperatura mínima de 12 grados y una máxima de 22, y hay una baja probabilidad de lluvias, por lo que el día será como cada rosarino quiera que sea. Pero si los planes son afuera, vale llevar un abrigo de hilo.