Personal de Defensa Civil y otros agentes del municipio monitorean este miércoles la evolución del arroyo Saladillo y su creciente, a la altura del puente de la calle Ayacucho y que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez. La intendenta Mónica Fein y su par villagalvense, Alberto Ricci, estuvieron esta mañana en el lugar, advertidos del riesgo de que la estructura pudiera colapsar si el curso de agua la descalza.

Si bien no hay peligro de desborde por ahora, los inspectores restringieron la circulación y dejaron habilitada una sola mano, la que va de Villa Gobernador Gálvez hacia Rosario, para morigerar el tránsito pesado y no cargar tanto la estructura del puente.

A cien metros del lugar está la cascada del Saladillo, famosa caída de agua que fue foco de controversia entre vecinos y el gobierno de Santa Fe cuando proyectaron obras hídricas para estabilizar la cuenca. Ese accidente natural viene retrocediendo sin pausa, debido a la erosión del agua sobre el lecho del arroyo, y cada vez se encuentra más cerca del puente.

En diálogo con Si98.9 el intendente de Villa Gobernador Gálvez, Alberto Ricci, adelantó que siguen de cerca la cascada. "Avanzó desde el domingo al miércoles unos 100 metros. “Meses atrás habíamos registrado que había avanzado otros 100 metros. Estamos a escasos 120 metros entre la cascada y el puente. La situación es alarmante. Hemos activado los protocolos de prevención (desvío de tránsito pesado y estudios de la estructura)”, explicó el mandatario. Sin embargo, los buzos encargados de esa tarea de revisión aún no han podido trabajar por la virulencia del arroyo.

“Estuvimos un metro por debajo del desborde. Estamos ante un terreno muy degradable. Necesitamos hacer los estudios y la obra definitiva”, explicó Ricci.