En octubre de 2016, el Ministerio de Transporte de la Nación anunció con bombos y platillos que la empresa estatal china Cofco invertiría con fuerza en la zona portuaria del Gran Rosario. La firma que acababa de hacerse con Nidera y que además es dueña de Noble -por lo que controla gran parte de la exportación de cereales en el país- destinó 27 millones de dólares a intentar ampliar la capacidad operativa de sus terminales en la zona y prometió obras dirigidas “directamente al ámbito industrial y portuario, consolidando la competitividad y productividad del sector agrícola", según anunció en su día a través de un comunicado. Dos meses después, un joven murió sepultado por una cascada de cereal en la planta de Timbúes, mientras que en lo que va de 2017 se produjeron dos incendios en Puerto San Martín, además de la explosión de este miércoles.

Desde el Sindicato de Obreros Aceiteros de San Lorenzo sentenciaron que el reciente hecho ocurrió por negligencia en las tareas de mantenimiento. Entonces recordaron que este mismo año ocurrieron otros incidentes que no pasaron a mayores, pero que en todos los casos se trató de situaciones “evitables”.

En la madrugada del lunes 31 de julio, la planta de Cofco en Puerto San Martín “presentó una falla que derivó en una explosión”, según informaron oportunamente medios del cordón industrial. Ese día la planta fue evacuada con celeridad y no se registraron heridos, pero rápidamente el sindicato reclamó la intervención del Ministerio de Trabajo provincial.

Poco tiempo después, el 4 de septiembre, la planta sufrió un incendio en el sector de descargas presuntamente producto de un desperfecto eléctrico. De acuerdo a lo anunciado oficialmente, el fuego no afectó a los camiones que se encontraban en el lugar y tampoco hubo heridos.

En Timbúes

Hace poco más de un año, el 14 de diciembre de 2016, un obrero de apenas 19 años que desempeñaba sus funciones en el puerto de acopio de la agroexportadora china en Timbúes, murió luego de que una montaña de cereal cayera sobre su cuerpo. En el hecho, resultaron heridos otros dos operarios. En ese momento, desde la empresa aclararon que los trabajadores contaban con "todos los mecanismos de seguridad cuando se registró el accidente", aunque reconocen que “se trataba de una tarea riesgosa”.

Sin embargo, desde la Federación de Aceiteros enviaron otro mensaje. A su entender, el incidente se produjo debido a “las condiciones de precariedad del sistema de contratistas” que utiliza la firma de origen chino. Los tres trabajadores que protagonizaron el hecho eran empleados de la contratista Delta Fum Argentina, que presta servicios en la planta de Cofco.

Los aceiteros afirmaron que "no se puede seguir hablando de ‘accidentes’ laborales cuando se trata de hechos evitables”. “La responsabilidad principal la encontramos en las políticas de las empresas, que priorizan la ganancia por sobre su deber de proteger la vida y la integridad de los trabajadores, que no capacitan adecuadamente, que no toman medidas preventivas y no acatan las regulaciones existentes”, cuestionó por entonces la entidad gremial a través de un comunicado.