Un camionero sufrió un ataque sorpresa a la salida de Rosario y condujo algunos kilómetros por Circunvalación soportando el ardor de un balazo, hasta ponerse a salvo y pedir ayuda. 

La zozobra que padeció el chofer de un transporte de cargas fue el resultado de una trampa montada por desconocidos en el kilómetro 0 de la ruta 18, donde el asfalto deja de llamarse avenida Ovidio Lagos y cruza el arroyo Saladillo sobre el denominado "Puente Gallego". Pasadas las seis de la tarde del martes, el camionero -oriundo de la provincia de Córdoba, aunque su identidad no fue suministrada- ingresaba a la ciudad por la ruta, a punto de entrar por Ovidio Lagos, cuando poco antes de cruzar el puente divisó unas tablas arrojadas sobre el pavimento, con gruesos clavos cuyas puntas sobresalían hacia arriba. Una elocuente amenaza para las ruedas del vehículo.

El camionero alcanzó a sortear el sabotaje con una maniobra brusca por la que tuvo que aminorar la marcha. Y en ese momento, un grupo de muchachos le salió al cruce sobre la ruta y uno de ellos, con un arma en el puño, lo intimó a detenerse. El chofer no se amilanó y pisó el acelerador para escapar. El otro, entonces, apretó el gatillo y el balazo le acertó en un brazo, dijo una fuente policial. El conductor del camión siguió adelante, pero desvió su recorrido buscando no salir de zona urbana y pedir ayuda. Así fue que abordó la avenida Circunvalación y manejó hacia el este. Se detuvo recién en Pueblo Nuevo, Villa Gobernador Gálvez, frente a la puerta del frigorífico Swift. La policía comisionó a una ambulancia del Sies hasta Lavalle y Nuestra Señora de la Paz para asistir y trasladar al herido hasta el hospital Anselmo Gamen. Poco después recibió el alta médica. 

Los policías acudieron al lugar señalado por el camionero y recogieron de la calzada una de las tablas que los delincuentes habían arrojado.