Antonio Bonfatti tenía que levantar casi 200 mil votos de cara a las generales y Rosario, bastión socialista, se posicionaba como clave en la remontada. Finalmente la diferencia no pudo achicarse y los 30 mil votos que los separaron en la ciudad fueron decisivos.

El peronismo alcanzó los 738.936 en la provincia (34.768 más que las Paso), mientras que el socialismo 662.596 (152.151 más que las Paso). Es decir, 76.340 de diferencia repartidos en toda la bota.

En Rosario separaron a Perotti de Bonfatti unos 33.038 votos. Fueron 41,34% contra 34,86%, incluso con victoria en la intendencia del Frente Progresista. Existe una máxima en la política santafesina que quedó destruida: el que gana Rosario, gana la Provincia. En el departamento Rosario, la diferencia a favor de Perotti fue de 58.621. 

El PJ hizo lo posible para que el votante de la arquitecta María Eugenia Bielsa se mantenga en el espacio. Si bien la fuga existió, fue menor de lo que se pensaba en Rosario. Tampoco el votante de Cambiemos optó por la polarización y se mantuvo en José Corral, lo que a la larga jugó en contra del socialismo. El radical sacó 20,63%, nada despreciables para una plaza como Rosario.

El socialismo sabía que debía levantar la imagen en Rosrio si quería ganar la provincia. Por eso apeló a pegar la figura de Bonfatti al ganador de las Paso, Pablo Javkin, quien contaba con buena imagen. Después de apoyos tibios, en las últimas dos semanas se mostraron en equipo pero al parecer no alcanzó.

En la ciudad de Santa Fe también ganó Perotti pero por apenas 4.400 votos. Lo particular es que la intendencia fue para el socialista Emilio Jatón por un margen amplio frente a sus rivales. Sacó 47,64%, mientras que Nicky Cantard de Cambiemos llegó al 20,96% y la diferencia con el perotista Ignacio Martínez Kerz fue de 30 puntos, ya que llegó casi al 17%.