Tras meses de incertidumbre, la gerencia del grupo Indalo decidió que la autopartista de Villa Constitución Paraná Metal no continúe funcionando, por lo que más de 100 empleados quedaron desafectados de sus puestos. El intento fallido por aumentar la demanda industrial y las expectativas por el nuevo gobierno nacional influyeron en la decisión.

En la mañana del lunes, la cúpula de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con sede en aquella ciudad, encabezada por Héctor Ibarra, se reunió en la Ciudad de Buenos Aires con el gerente del grupo, Fabián De Souza, y éste le comunicó que al no tener resultados positivos, decidieron bajar las persianas.

La poca demanda del mercado y la no concreción de planes de negocios con empresas como Ford, Toyota y las líneas de ferrocarriles que controla el Estado, fueron los dos factores principales para la decisión. “Le dimos todas las opciones pero no hubo caso”, relataron a Rosarioplus.com desde UOM.

Sin embargo se firmó una minuta a pedido de UOM donde Indalo se compromete a convocar a los mismos despedidos en caso de que reabriera sus puertas en el futuro, aunque es algo poco probable. Por el momento, no han hablado de intenciones de vender la llave de la fábrica.

Durante la mañana de este martes se llevó a cabo una asamblea con los trabajadores, que decidieron aceptar la indemnización y retirarse. Según pudo saber este medio, Indalo deberá desembolsar cerca de 25 millones de pesos en este concepto para 102 trabajadores nucleados en UOM -40 ya arreglaron antes-, que se percibirán en tres pagos en el próximo mes y medio.

El 31 de octubre pasado se anunció que habría continuidad laboral para los empleados, aunque la noticia duró sólo un día. La empresa decidió prorrogar por un mes las cesantías mientras trataba de reactivar la demanda. Este martes el cierre se tornó inevitable.