El agente penitenciario Facundo Solís fue imputado de un femicidio, cuatro femicidios vinculados y una tentativa de femicidio vinculado, y quedó en prisión preventiva luego de la audiencia celebrada este domingo en la capital provincial. Los fiscales no dudaron en señalar que el acusado tenía "claras intenciones" de provocarle un daño a su ex mujer. Antes del femicidio, Solís habría llamado a la ex pareja para contarle que ya había matado a parte de la familia de ésta. 

Al momento de fundamentar el pedido de prisión preventiva -que luego fue concedida- los fiscales Gonzalo Iglesias, Cristina Ferraro y Mariela Jiménez se apoyaron en el testimonio aportado por un amigo de la infancia de la ex pareja del imputado. "Es un remisero a quien Mariela (la víctima) llamó para que la buscara en inmediaciones de Amenábar y 3 de febrero porque, según le dijo la mujer, el propio imputado la había llamado a ella expresándole que ya había matado a su hija, al novio de ésta y que seguiría haciéndolo con otros integrantes de la familia", señalaron los acusadores.

Los fiscales no dudaron en afirmar que Solís tenía "claras intenciones de producir un daño en la mujer que había sido su pareja", siempre apoyados en el relato del remisero. 

Por otro lado, en la audiencia los fiscales hicieron hincapié en que "la conducta del imputado se enmarca en un contexto cultural propio del patriarcado en el que la víctima estaba subordinada y en una relación de poder desigual".