Para la Terminal de Ómnibus de Rosario, todo tiempo pasado fue mejor. Los números así lo demuestran. Años atrás, transitaban por las plataformas un promedio de 950 micros diarios. Hoy la cifra bajó a los 600, lo que representa un movimiento similar al del 2001 y 2002.

El 2018 terminará, casi con seguridad, con el peor registro de ingreso y salida de colectivos en 15 años. Los números serán aún peores que los del 2017, cuando la terminal llegó a un pico bajísimo de movimiento.  

La abrupta caída, según autoridades de la terminal y empresarios del sector, se explica por tres factores. A la cabeza está la recesión y la fuerte pérdida del poder adquisitivo de la mayoría de los asalariados. Luego aparecen los constantes aumentos de los valores de los pasajes –pese a que los incrementos estuvieron este año por debajo de la inflación-- y, por último, la aparición de las aerolíneas low cost y las ofertas aéreas de las grandes compañías.

Lo cierto es que las ventas de pasajes caen mes a mes y que, desde hace un tiempo, las empresas de micros reducen personal “por goteo”. Flecha Bus, San José, Zenit y Chevallier, por dar cuatro ejemplos, despidieron en 2018 a parte de su personal.

“La problemática todavía no está generalizada, pero tenemos despidos todos los meses por goteo en la mayoría de las empresas. De a 30 y 40 desde principio de año”, reconoció Orlando Debiasi, administrador de la Estación Terminal de Omnibus Mariano Moreno.

Tan negra es la coyuntura, que a falta de mes y medio para que arranque la temporada de verano “no hay casi ventas” en las ventanillas de las compañías que recorren los principales destinos turísticos.

Los refuerzos de unidades, necesarios hasta hace poco para cubrir la demanda estival, “están en veremos”, según explicó Debiasi. Hoy el mayor flujo de pasajeros lo absorben las empresas interprovinciales gracias al movimiento universitario. La finalización del ciclo lectivo agudizará más la caída de ventas.

Como si fuera poco, el sector tema “un golpe letal” a partir de enero de 2019 ante la inminente quita de los subsidios al transporte. “Si esto pasa los pasajes pasarán a costar casi el doble", adelantó el gerente de la terminal de Rosario.

De imponerse le ley del mercado, sin ninguna protección estatal, un pasaje de Rosario a Santa Fe superará los 700 pesos (hoy 360), a Buenos Aires casi mil (480) y a Mar del Plata más de 2.000 (1.100).

Para Debiasi, no hay “elemento de la realidad” que permita avizorar un cambio de tendencia en el mediano y largo plazo. El ajuste llegó para quedarse.   

Los números de la caída

La Fundación Banco Municipal lleva un registro detallado de la cantidad de micros que entran y salen de la terminal de ómnibus. La planilla tiene datos desde el 2003 a esta parte.

El 2017 tuvo números peores al de ese año. En total se contabilizaron 236.440 micros, 20 mil menos que hace 15 años atrás. Las estadísticas en el 2018 son aún peores.

La base de datos tiene cifras actualizadas hasta mayo, mes bisagra para una debacle económica que se profundizó en la segunda parte del año. Aún durante los primeros cinco del año el retroceso interanual fue del 6%: 96.182 micros contra 102.397. Se calcula que a fin de año este porcentaje rondará el 15%.

La planilla permite detectar tres grandes tendencias en la última década y media: la consolidación de ventas del 2003 al 2005; una prosperidad récord del 2006 al 2011; y una caída constante del 2012 a esta parte con números muy preocupantes a partir del 2016.

En 2011, año con mejores guarismos, la terminal tenía carca de 38.000 pasajeros diarios. Hoy no supera la barrera de los 24 mil, un 50% menos.

En enero de 2012, Rosario recibió (salidas y llegadas) 29.537 micros. En enero de este año, tal solo 20.520.  

Pasajes “Low cost”: un anuncio para la tribuna

Meses atrás, la Cámara de Carroceros de Ómnibus de Larga Distancia (Caladi) advirtió que el sector atraviesa una “crisis terminal” por la “la situación económica” y “la competencia desleal con las low cost”. El conflicto, estimó la entidad, podría desencadenar en la pérdida de tres mil puestos de trabajo en 2019.

En septiembre, con la desregulación del mercado aéreo, la Casa Rosada anunció un paquete de medidas para que los micros de larga distancia pudiesen competir con las low cost. La decisión empezó y murió en el slogan.

Lo que hizo el Ministerio de Transporte fue eliminar las bandas tarifarias mínimas para permitirles a las empresas de micros vender pasajes con un 95% de descuento. “Con estos cambios, los pasajes a Bariloche podrían costar 96 pesos; a Córdoba podrían salir desde 43 pesos; a Mar del Plata, 25 pesos; y a Rosario, 18 pesos”, promocionó el gobierno.

La medida, sin embargo, no se puso nunca en práctica. Los empresarios aclararon de antemano que "para poder ofrecer tarifas de 'bajo costo' primero hay que lograr tener 'bajos costos'".

"Resulta urgente, entre otras medidas, avanzar en una reformulación integral del marco regulatorio que rige al servicio de los ómnibus de larga distancia, permitiéndole contar con las mismas garantías, flexibilidades y carga impositiva que los aviones", se quejaron mediante un comunicado.

Gustavo Gaona, vocero de Caladi, explicó desde un primero momento que el “anuncio estaba “vacío de contenido”. “El problema que tiene el ómnibus de larga distancia es que tiene cada vez más altos costos

El dirigente aseguró que “las realidades del transporte terrestre y el aéreo no son las mismas”.  “El avión tiene una regulación altamente eficiente, tiene normas muy modernas que le permite a las compañías lanzar las ofertas que hacen. El Argentina el avión sólo vuela entre 45 y 50 destinos, donde tienen garantizada la rentabilidad. Las low cost sólo vuelan a destinos que son rentables, el día que es rentable y hasta en un horario que les es rentable”, indicó.

Y concluyó: “Nosotros, en cambio,  conectamos más de 1.600 destinos, donde muchas veces los lugares no son rentables, pero vamos porque somos un servicio público con el objetivo de llegar a cada pueblo y paraje. Las obligaciones no son las mismas”.