El presidente Mauricio Macri reconoció esta noche de domingo su derrota en la búsqueda de su reelección, a manos del binomio del Frente de Todos, Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner, y lo hizo en un tono más calmo que el aspecto irritado que lució el 11 de agosto, cuando se mostró luego de ser derrotado en primarias.

Macri dijo que invitó a desayunar para este lunes a quien lo sucederá en el sillón de Rivadavia en pos de "una transición ordenada". También se dirigió a quienes no lo votaron: "Siempre ponderé el bien común, por encima de cualquier cosa", dijo y reiteró su agradecimiento.

Valoró el trabajo de sus fiscales, el acompañamiento de su vice, Gabriela Michetti, y de su compañero de fórmula, Miguel Pichetto. "Con quien me he sentido tan cómodo en esta campaña y con quien seguiremos trabajando juntos por los argentinos", dijo Macri.

Macri felicitó además a Horacio Rodríguez Larreta, reelecto por holgado margen como jefe de gobierno porteño, y también a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que perdió la reelección pero "deja la vara más alta en la provincia", según Macri. 

Por último, dijo que "transformar nuestro país depende de nosotros y estos cuatro años lo han reafirmado. Gracias al trabajo que hemos realizado estamos en bases más sólidas que permiten proyectar un futuro mejor. Hoy tenemos esas bases, hablo no solo de la infraestructura que dejamos, hablo de otra forma de relacionarnos, otra cultura del poder, otra forma de gobernar, de escucharnos". Y llamó a realizar "una oposición sana, constructiva, responsable, que pueda reafirmar las conquistas logradas y alcanzar la estabilidad que nos lleve al crecimiento que todos necesitamos".