La Unión Rosarina de Inquilinos anunció que los alquileres de vivienda y locales comerciales se contrataron en el primer bimestre del año con un 25 por ciento de reajuste interanual, mucho menos que en años previos cuando la actualización llegaba hasta el 40 por ciento de incremento, en algunos casos.

 

La entidad que representa a inquilinos en la ciudad valoró que "los precios mensuales respecto de 2017 se ubican por debajo del 20 por ciento, número inferior a la inflación del último año". 

 

Por otra parte, advirtió sobre la necesidad del locatario de cerciorarse la seriedad del corredor inmobiliario con el que vaya a contratar. "Existen personas que participan del mercado inmobiliario en la absoluta oscuridad, lucrando y especulando con el derecho a una vivienda digna, estafando y quitando a muchas familias la posibilidad de una casa con reglas claras", señaló la URI en un documento firmado por su presidente, Dorian Fernández. "Especulan con la reserva de la unidad, pidiendo por adelantado sumas de dinero a quienes deseen proponerse, cobran comisiones por encima de las permitidas, ofrecen viviendas o locales sin las condiciones mínimas de habitabilidad poniendo en riesgo a los ocupantes, entre los casos mas comunes", agregó.

 

La advertencia no es casual. Hace dos semanas estalló un resonante caso de estafas seriales por parte de dos mujeres y sobre alquileres fallidos de casas en Funes. El titular de la URI lamentó que esos hechos ocurren "ante el desinterés del Estado por revertirlo. También ante la ciega mirada de sus colegas (inmobiliarias) que por temor o conveniencia permiten su existencia".

 

Por ello, Fernández reclamó "reglas claras en el mercado, que quienes deben garantizar el 100% del uso del espacio lo hagan como el inquilino debe garantizar su pago mensual, ya que en el caso de una vivienda familiar el 80% de un sueldo se va en gastos de alquiler, impuestos y servicios, mientras que en el caso de locales comerciales el valor ronda el 50% de las ganancias totales", finalizó.