No era para menos tanto calor de los últimos días. Eso, y la humedad, cocinaron allá arriba una tormenta de aquellas, bien fiera a juzgar por los relámpagos y nubarrones que cubrieron el cielo en la noche de este miércoles.

Con 31° centígrados en la bochornosa noche rosarina, llegaron las primeras ráfagas de viento, Y un rato después, cerca de las diez de la noche, el aguacero, que mojó parejito a toda la ciudad. más allá del alivio, desde el Servicio Meteorológico Nacional advirtieron por tormentas eléctricas y verdaderos aguaceros que pueden anegar la zona.

Por lo pronto, queda disfrutar del momentáneo alivio que trajo la tormenta. Y, por supeusto, cuidarse, descolgar la ropa, guardar el auto, no aventurarse en la calle hasta que escampe, y rezar para que no se corte la luz.