Con la nueva administración nacional, la relación con las provincias cambiará inevitablemente tras 12 años de un mismo signo político. Durante este tiempo, Santa Fe mantuvo una relación ambigua con las gestiones kircheneristas, signada por los reclamos de deudas sin respuestas. Ahora, Miguel Lifschitz ve terreno fértil para ir en busca de lo que le corresponde y exigir un “trato reparatorio”.

Que los platos rotos los pague Mauricio Macri, parece ser el leit motiv. Es que según el gobierno socialista, durante años se recibió un trato discriminatorio, a diferencia del percibido por la provincia de Buenos Aires que mantuvo el mismo signo político.

En ese sentido, la situación se presenta igual: el Pro obtuvo el poder en Buenos Aires con la gobernación de María Eugenia Vidal y el de la administración central. Por eso Lifschitz se apresura y quiere prestaciones similares. “Estoy seguro que Buenos Aires tendrá un trato preferencial de la Nación y queremos ese mismo trato", afirmó.

Por su parte, el ex candidato de Cambiemos a la gobernación santafesina, Miguel Del Sel, desechó esa posibilidad. El ahora presidente del Pro en la provincia, aclaró que Lifschitz tendrá el mismo trato que los otros gobernadores y también que Santa Fe no será sometida a ninguna discriminación. 

Con un posicionamiento del PRO para nada despreciable en Santa Fe a nivel legislativo, el domingo el líder de Cambiemos, Mauricio Macri, sacó de la escena al Frente para la Victoria con una ventaja del 11 por ciento en toda la provincia, y con un triunfo en 18 de los 19 departamentos.

Así, Lifschitz entiende que este triunfo no debe ser desaprovechado y es necesario utilizarlo para allanar el diálogo. Más aún cuando dirigentes del PRO han hablado de “comenzar a gestionar”. “Basta de reuniones políticas, ahora hay que tomar decisiones, trabajar con Fein y Lifschitz pero no en busca de un acuerdo. Hay que trabajar para que a Rosario y Santa Fe les vaya mejor”, dijo el diputado provincial por el PRO, Federico Angelini.

Las cuentas que se deben

A lo que se refiere puntualmente Lisfchitz es al reclamo por la deuda de la Caja de Jubilaciones, que llegaría a los 30 mil millones de pesos, equivalente a casi un tercio del presupuesto provincial. Vale precisar que la Nación se comprometió en 1992, al firmar el Pacto Fiscal, a financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones: el gobierno central retenía el 15 por ciento de la coparticipación de la provincia y como contrapartida debería transferir fondos para cubrir el 75 por ciento del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Santa Fe.

Esto se cumplió hasta diciembre de 2005 pero luego dejó de enviar los recursos con fines previsionales aunque sigue reteniendo el 15 por ciento de la masa coparticipable. Eso fue lo que dio lugar a que la provincia llegue con su reclamo a la Corte Suprema. Y hasta el momento la situación sigue en suspenso, a la espera de una resolución del máximo tribunal.