En Europa la xenofobia viaja en barco. Un grupo de jóvenes europeos antiinmigración navegarán desde la semana próxima por el Mediterráneo con "la idea de controlar" a las naves que salen desde el norte africano hacia las costas del Viejo Continente y "localizadas para pedir que sean devueltas a sus países de origen" para evitar "la invasión de migrantes que se está dando".

"Nosotros somos apolíticos. No nos identificamos como de extrema derecha como hacen algunos medios", advirtió antes de iniciar el diálogo con Télam en Italia el portavoz local de la iniciativa "Defend Europe" (Defender Europa), Lorenzo Fiato. "La situación ha sido subestimada por las autoridades y ahora el número de migrantes es elevadísimo. Nosotros no nos definimos como de extrema derecha: es la sociedad la que ha ido hacia la extrema izquierda", finalizó.

La primera misión estará a cargo de 12 jóvenes de Austria, Francia, Italia y Alemania que, tras recaudar más de 100.000 euros en colectas on line, saldrán con su barco C-Star desde el puerto siciliano de Catania hacia aguas internacionales frente a la costa de Líbia.

Las posturas de la iniciativa quedan claras durante la entrevista y, pese al aviso inicial, afloran las similitudes con grupos decididamente xenófobos como la Liga Norte: "Se está dando una invasión de migrantes que esta cambiando la cara de nuestro continente. Los europeos corremos riesgos de quedar en minoría en nuestro propio continente", advirtió Fiato.

La salida al mar del grupo antimigrantes se da en medio de las tensiones entre Italia y sus socios en la Unión Europea (UE) por le negativa del resto de los 27 a "compartir" la cantidad de personas que llega a puertos de la UE. 

Según la ONU, este año nueve de cada diez migrantes que desembarcó en el Viejo Continente desde el norte de África lo hizo en puertos europeos.

"Es falso que saldremos a cazar migrantes. SI encontramos un barco con problemas seremos los primeros en acudir. Eso sí, después pediremos que las autoridades africanas, especialmente de Libia, los devuelvan a su país de origen", afirmó. "Y no, no llevamos armas a bordo", respondió Fiato, tajante, ante la consulta de Télam, sobre cómo será su equipación sobre el barco de 40 metros de largo.

"Nuestro problema es con las denominadas ONG que bajo supuestas acciones humanitarias nos consta que tienen acuerdos con los cárteles libios de tráfico de personas. Queremos colaborar con la guardia costera para que regresen a sus países", agregó.

Este será el segundo intento del barco C-Star de salir a las aguas del Mediterrraneo. Sin embargo, al igual que en mayo último, el barco aún no recibió autorización de parte de las autoridades italianas, pero FIato rechazó que necesiten el visto bueno de la guardia costera de su país para salir a aguas internacionales.