Su forma es muy simpática. Con el estilo de la casa de los teletubbies o de los hobbits, según a quién se le pregunte, esta morada se hizo merecedora del nombre de “casa domo”. Dentro de sus ventajas está la rapidez de su construcción, ya que en solo tres días puede estar lista. Esto se debe a que utilizan un sistema que se conoce como “inflar concreto”.

Este sistema consta de una estructura inflable con forma de domo que puede erguirse en minutos y es fácil de transportar. Una vez inflada se coloca sobre ella el cemento y se sostiene con una sencilla estructura de madera por dentro.

La compañía Binishells, que busca construir viviendas económicas y sustentables, diseñó seis modelos de casas domo. Las casitas de colores que se ven en la primera imagen, utilizan este mecanismo, y cuestan tan solo 3500 dólares. Con esta módica suma se puede tener una vivienda resistente a las adversidades climáticas y a los desastres naturales.

Esta técnica también es utilizada para construir grandes domos de almacenamiento en algunas industrias, pero realmente es muy versátil, y pueden crearse diferentes diseños para hacer desde pequeñas habitaciones hasta grandes edificios.