Después de un viernes de furia en el que la cuarentena dispuesta por el Ejecutivo nacional sufrió una grieta al desbordarse las colas de los bancos por el cobro de jubilados y beneficiarios de asignaciones, este sábado la situación cambió. 

El gobierno habilitó la apertura de los bancos durante todo el fin de semana, hasta el miércoles inclusive, y de arranque dio los resultados esperados. Nada de los tumultos, aglomeraciones y nerviosismo vividos el viernes. 

La postal de la organización fue en calle Santa Fe entre Mitre y Entre Ríos. La municipalidad de Rosario dispuso sillas de plástico que acercó la asociación Eventos Unidos. Las mismas estaban para ofrecer comodidad y distanciamiento. Además hubo mucho personal ordenando y un uso adecuado del tiempo.

Esa zona de la city rosarina, donde se encuentra el Banco Piano, fue el epicentro del desmadre del viernes donde terminó interviniendo el intendente de Rosario, Pablo Javkin, con megáfono en mano para lograr orden.

En el Supervielle, de Sarmiento y San Lorenzo, otro lugar donde la aglomeración siempre es noticia, también se dispusieron sillas plásticas pero había muy pocas personas. Lo mismo en el Patagonia, de Mitre y Rioja. La decisión de prorratear la atención en cuatro días según la terminación del DNI ayudó a descomprimir.

También la exclusividad de la atención para jubilados y pensionados, y no beneficiarios de asignaciones que dan un volumen mucho mayor. En la semana se verá cómo se actúa con más personas en la puertas de los bancos.

Ademas de ppersonal municipal, militantes del Movimiento Evita se sumaron a la organización. Entregaron elementos de protección sanitaria para los presentes, acomodaron sillas, ubicaron a los jubilados y le dieron la información correspondiente para proceder.