Rosario Central tuvo su noche en el Gigante de Arroyito. Le ganó a Boca Juniors, quedó a tres puntos de la punta y cierra el año mucho mejor de los pensado hace solamente un mes. Pero además tuvo un recuerdo por el aniversario de la obtención de la Copa Argentina: Germán Herrara ingresó al césped en la previa condicho trofeo. Color en las tribunas, buen juego y escape de la zona de descenso.