Un hombre denunciado por estafar con la venta de vehículos cayó en su propia trampa: la Policía de Investigaciones le tendió una emboscada con uno de sus clientes como anzuelo, en el bar de una estación de servicio de Villa Constitución. Y quedó preso.

Nelson F. se hacía ver como un vendedor de autos usados. Contactaba a sus interesados, negociaba y al persuadir a la víctima de turno concretaba una o varias entregas de dinero a cambio de la entrega del vehículo que nunca llegaba a cumplir. Lo que seguía, luego, era desaparecer, cambiar de teléfono y evitar a los damnificados, o a lo sumo agregar más excusas para disimular el fraude.

La PDI de Villa Constitución organizó el jueves de la semana pasada lo que se llama "operativo de entrega controlada" para arrestarlo in fraganti, luego de acumular dos denuncias en esa ciudad, y otras tres de damnificados rosarinos. 

Adrián, un muchacho de 27 años que negociaba con él la compra de un auto, fue quien sospechó que Nelson lo iba a engañar. Él fue quien se prestó a convenir una cita en el bar de una estación de servicio de Presidente Perón y avenida Daniel Segundo, para realizar una entrega de dinero. Los billetes estaban marcados y certificados previamente por la fiscal Valeria Pedrana.

Nelson se presentó sin sospechar que quienes ocupaban otras mesas en el bar eran agentes de la PDI a la espera de caerle. Y lo hicieron cuando el timador tomó el dinero que Adrián le entregó. Era la segunda vez que Adrián le pagaba a Nelson, como anticipo de un coche que no llegaba ni llegaría. En ese momento, Nelson trabajaba para una concesionaria automotor de Rosario, y desde ahí armó su propia cartera de clientes. Por cierto, la Fiscalía de Rosario aportó otras tres denuncias contra la misma persona.

La fiscal Pedrana imputó al hombre, de 38 años, por el delito de estafa, y consiguió que le dicten prisión preventiva por 60 días hasta la constitución del juicio oral.