El juez penal Héctor Núñez Cartelle encarceló bajo prisión preventiva a un hombre de 57 años que fue detenido el miércoles pasado, acusado de haber mantenido cautiva a su pareja durante más de 22 años, según reveló este viernes un vocero del Ministerio Público de la Acusación.

La fiscal de la Oficina de Violencia de Género, Luciana Valarella, impulsó este viernes la audiencia imputativa contra O. R., de 57 años, que esta semana fue arrestado en su casa de Santiago al 3500, en el barrio Cura. De allí escapó el 8 de mayo su concubina, de 43 años, a quien R. retuvo por largos años sin permitirle salir a la calle por su cuenta ni vincularse con su familia de origen. 

La mujer escapó gracias a una descompostura del hombre, cuando estaba en el baño y habiendo olvidado cerrar la puerta de la casa con llave. Desesperada, aprovechó la situación y tomó un taxi hasta la estación de servicio de Pellegrini e Italia, adonde pidió auxilio. Iba con la cabeza rapada y vestía ropa de su captor, por obligación impuesta por él. Según trascendió, el acusado ejercía sobre la víctima la amenaza de lastimar a su hijo y a otros familiares si intentaba rebelarse a su encierro.

La fiscal Valarella le imputó a R. el delito de privación ilegítima de la libertad, y el magistrado aceptó tal figura. Si bien ya estaba detenido desde el miércoles, cuando la policía lo encontró en la vivienda de barrio Cura, ahora Núñez Cartelle formalizó su situación procesal con prisión preventiva por 60 días mientras avanza la recolección de pruebas y testimonios que desembocará en juicio oral.

Según las primeras filtraciones de la causa, la mujer vivió aislada por 22 años debido al sólido sometimiento al que la sometió el hombre, no solo en lo físico sino en cuanto a la violencia psicológica que ejerció durante estos años. No trascendió aún cómo es que nadie había intervenido antes ni cómo es que alguien más no reclamara por el paradero de la víctima. Al parecer, el hombre acusado la aisló totalmente de su núcleo familiar de origen, y lo que siguió fue un largo calvario. Las fuentes agregaron que durante el secuestro la mujer llegó a estar encadenada a la cama, y las esporádicas ocasiones en las que vio la calle lo hizo siempre junto a su captor.